Rusia rechaza intervenir en el conflicto de Kirguizistán

Tras la muerte de al menos 62 personas y casi 800 heridos, el conflicto entre kirguises y uzbecos sigue sin soporte. La presidenta interina de Kirguizistán, Rosa Otunbáyeva ha solicitado ayuda a Rusia pero el Kremlin "aún no ve condiciones" para participar en arreglo del conflicto.

El conflicto en Kirguizistán es un asunto interno y "Rusia aún no ve condiciones para participar en su arreglo", ha declarado Tatiana Timakova, la portavoz del presidente ruso, Dimitri Medvédev.

Sin embargo, Timakova ha informado de que el jefe del Kremlin, en su calidad de presidente del Consejo de las Fuerzas de Seguridad Colectiva, ha ordenado celebrar consultas para "elaborar medidas colectivas de reacción".

Esas consultas, que se celebrarán el próximo lunes, estarán a cargo de los secretarios de seguridad de los países miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), de la que forman parte Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguizistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán.

En todo caso, la toma de decisión sobre el envío a Kirguizistán de fuerzas de paz de la OTSC puede ser adoptada sólo de conformidad con los estatutos de la ONU y después de consultas con todos los miembros de la Organización.

Tras decenas de muertos

Al menos 62 personas han muerto y casi 800 han resultado heridas en los enfrentamientos entre kirguises y uzbekos que tienen lugar desde hace dos días en Osh, ciudad situada en el sur de Kirguizistán, según han informado las autoridades de esa antigua república soviética en Asia Central.

Desde el comienzo de los choques en Osh y sus alrededores, un total de 790 personas han solicitado atención médica, de las cuales 403 han tenido que ser hospitalizadas. Según representantes de la minoría uzbeka residente en Kirguizistán, la mayoría abrumadora de las víctimas mortales pertenece a esa comunidad.