Internacional -
Catástrofe nuclear
La bomba atómica de Hiroshima cumple 65 años
El único militar vivo que lanzó la bomba de uranio "Little Boy", Theodore Van Kirk afirma que lo "volvería a hacer" porque "era la forma más humana de acabar la guerra".
Redacción
Hoy se cumplen 65 años desde que EE. UU. lanzó la bomba atómica que arrasó la ciudad japonesa de Hiroshima.
El único militar vivo que lanzó la bomba atómica, "Little Boy", sobre Hiroshima a bordo del avión de combate "Enola Gay", Theodore Van Kirk, ha asegurado que lo "volvería a hacer" si las circunstancias actuales fueran las de 1945. El militar ha justificado que "era la forma más humana de acabar la guerra".
Hiroshima recordó ayer a las 8:15 (23:15 en Euskadi) esta trágica efeméride con una ceremonia a la que, por primera vez, asistieron Estados Unidos de América y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
El acto conmemorativo, que se celebra anualmente, tuvo en el lugar donde el avión estadounidense lanzó la bomba de uranio en 1945. El Parque de la Paz de Hiroshima albergó a 55.000 personas que recordaron en silencio a los "hibakusha", como se conoce a los supervivientes de la tragedia atómica.
Durante la ceremonia, el alcalde de Hiroshima, Tadatoshi Akiba censuró que Japón abandone el "paraguas nuclear" de EE. UU., que tras la II Guerra Mundial se convirtió en su principal aliado de seguridad.
Desarme nuclear
Por su parte, el embajador estadounidense destacó que EE. UU. y Japón "comparten el objetivo común de avanzar en la visión del presidente Obama de lograr un mundo sin armas nucleares".
Ban Ki-moon, que ayer jueves visitó Nagasaki, propuso fijar 2012 como el año de entrada en vigor del Tratado para la Prohibición de Pruebas Nucleares (CTBT), suscrito en 1996.
Después de Hiroshima, Nagasaki
La primera bomba atómica de la historia provocó la muerte inmediata de 80.000 personas de las 350.000 que habitaban en Hiroshima. Y para finales de 1945, los muertos se elevaban a unos 140.000, aunque fueron muchas más las víctimas por las radiaciones en los años posteriores.
Tres días después de aquel ataque, EE. UU. lanzaba una segunda bomba nuclear sobre la ciudad de Nagasaki que causó 74.000 muertos a finales de ese año, y llevó a Japón a la rendición y puso fin a la II Guerra Mundial.