Internacional -
Análisis
Los talibanes desbaratan la estrategia de la OTAN
Cuando Obama reclamó más soldados para Afganistán, el Gobierno español se negó, pero a cambio prometió reforzar el contingente de guardias civiles dedicados a entrenar a policías afganos.
Jesús Torquemada
El ataque de los talibanes contra los guardias civiles españoles es un golpe directo a la estrategia de Estados Unidos y de la OTAN en Afganistán.
Los guardias civiles se dedicaban a adiestrar a policías afganos. Cuando Obama reclamó a sus aliados que enviasen más soldados a Afganistán, el Gobierno español fue uno de los que se negó, pero a cambio Zapatero prometió reforzar el contingente de guardias civiles dedicados a entrenar a policías afganos.
La formación de unas fuerzas de seguridad afganas que tengan la fuerza suficiente para contener a los talibanes es uno de los objetivos fundamentales de la misión de la OTAN. Sólo entonces se podría producir una retirada de los soldados occidentales sin dar la impresión de que su presencia allí no ha valido para nada.
Obama ya ha anunciado su intención de empezar a retirar a los soldados estadounidenses de Afganistán en julio del año que viene. Y claro, si los americanos se van, sus aliados también. Pero ya ha empezado la discusión en Estados Unidos. Varios mandos militares han declarado que será muy difícil que para julio del año que viene las fuerzas gubernamentales estén listas para encargarse de la seguridad sin ayuda externa.
Y ahora el objetivo de los talibanes, mediante ataques como el de ayer en Qala-i-Naw, es precisamente impedir que las fuerzas gubernamentales sean entrenadas por los militares extranjeros. Tienen la vista puesta en noviembre, que es cuando la OTAN se reunirá para decidir qué hacer con Afganistán.
Los talibanes saben que la división en la OTAN es cada vez mayor, porque los gobiernos europeos están presionados por una opinión pública cada vez más contraria a la guerra de Afganistán. Holanda ya se ha llevado a sus soldados y Canadá lo hará a comienzos del año que viene.