Tres sucesos terribles

Esta semana se han producido tres sucesos a los que no se ha dado suficiente relevancia y que, sin embargo, no deben ser olvidados.

En México, 72 inmigrantes sudamericanos han sido asesinados a sangre fría y de golpe por los narcotraficantes. Al parecer, querían explotarlos como correos para introducir droga en Estados Unidos y ellos se negaron. Un suceso escalofriante que pone de manifiesto lo despiadados que son los narcos mexicanos; pero también es una acusación al Gobierno mexicano, que está siendo incapaz de detener una ola de crímenes que está convirtiendo a México en uno de los países más violentos del mundo.

En el Congo, se ha conocido ahora que unas 200 mujeres fueron violadas repetidamente durante cuatro días por miembros de un grupo rebelde que opera en el Este de ese país. Lo asombroso es que a menos de 30 kilómetros hay un cuartel de “cascos azules” de la ONU, pero, según una ONG presente en la zona, no llegaron hasta dos semanas después de los hechos.

En Afganistán, una escuela para niñas ha sido atacada con un gas tóxico, y ya van 18 ataques de este tipo en lo que vamos de año. Los autores son los talibanes, que no quieren que las niñas vayan a la escuela. Cuando ellos mandaban, echaron a las mujeres de las escuelas y de todos los centros de trabajo.

Quizá el mundo siempre ha sido así y siempre han ocurrido estas atrocidades; la diferencia es que ahora nos enteramos de todo y de forma casi inmediata, mientras que hace un siglo las noticias no se conocían o se sabían con mucho retraso. En cualquier caso, no dejan de ser sucesos terribles y preocupantes.