Internacional -
Análisis
Dos movimientos importantes en la Unión Europea
Por una parte, la Eurocámara debate el asunto de la expulsión de gitanos de Francia. Por otro, los ministros de Economía han decidido que los estados tendrán que someter sus presupuestos a examen.
Jesús Torquemada
Entre ayer y hoy han pasado dos cosas en la Unión Europea que tienen más importancia de lo que parece. Por una parte, el Parlamento Europeo debate el asunto de la expulsión de gitanos de Francia. Por otro, los ministros de Economía de los 27 países miembros han decidido que a partir del año que viene los estados tendrán que someter sus presupuestos al examen de la Comisión Europea.
La mayoría de los diputados europeos que intervinieron en el debate de ayer condenaron la expulsión de los gitanos y lo hicieron con dureza, afirmando que esa decisión del Gobierno francés viola las leyes europeas y criticando a la Comisión Europea por no haber actuado de forma más contundente contra Francia. La votación se lleva a cabo hoy, y no cabe duda de que será contraria a Francia, porque todos los grupos, salvo el Popular Europeo, van a votar en ese sentido.
El Parlamento Europeo demuestra así que cada vez se cree más su papel de representante de los ciudadanos europeos y que está dispuesto a utilizar los nuevos poderes que le concedió el Tratado de Lisboa.
En cuanto a los ministros de Economía, su decisión es revolucionaria. Seguirán siendo, como hasta ahora, los gobiernos nacionales los que elaboren sus presupuestos y los parlamentos nacionales los que los aprueben; pero antes las instituciones europeas tendrán que dar su opinión sobre esos presupuestos.
El objetivo de esa medida es impedir que algún Estado caiga en un déficit excesivo que luego los demás socios tendrían que ayudar a tapar, como ha sucedido con Grecia. Es el embrión de lo que en el futuro podría ser un gobierno económico para toda la Unión Europea o, por lo menos, para los países que manejan el euro.