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Colombia
Las FARC piden una 'oportunidad para la paz, no para la rendición'
"El único camino es la solución política y pacífica para el conflicto social y armado interno, y en ella somos y seremos factor determinante", ha subrayado la guerrilla colombiana.
Redacción
La guerrilla colombiana de las FARC ha afirmado hoy que sigue "reclamando una oportunidad para la paz, no para la rendición", en su primer pronunciamiento tras la muerte en un bombardeo de su jefe militar y figura clave de la organización, Víctor Julio Suárez, alias Mono Jojoy.
Unas botas militares equipadas con un sistema de posicionamiento global, o GPS, permitieron al Ejército colombiano localizar al jefe militar de las FARC, en la selva de La Macarena.
"El único camino es la solución política y pacífica para el conflicto social y armado interno, y en ella somos y seremos factor determinante", ha subrayado un comunicado del órgano de difusión de las FARC, la revista Resistencia, fechado hoy y divulgado por la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol), afín a los rebeldes.
"Las demás estrategias solo contribuyen a prolongar la espiral de la guerra", han sostenido las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al insistir en la invitación que hizo su jefe máximo, Guillermo León Saenz (Alfonso Cano), al presidente Juan Manuel Santos para "sentarse a conversar".
Alocución de Santos
Pero Santos ha dicho a las FARC que solo dialogará si abandonan el terrorismo y el secuestro, y ayer, en una alocución desde Nueva York, prometió seguir combatiéndolas hasta que los guerrilleros se desmovilicen y entreguen las armas.
Pero los rebeldes han respondido hoy que "no es por la vía de la exterminación del contrario que Colombia encontrará la paz y la reconciliación". También han criticado al "régimen" por "cantar una falsa y victoriosa aniquilación de la insurgencia".
Además, han adelantado que, "en su momento", el Secretariado (cúpula) de las FARC "habrá de comunicar la realidad de los hechos" en torno a la muerte de Mono Jojoy y acusan a la fuerzas de seguridad del Estado de usar "bombas de racimo", prohibidas por una ley internacional que entró en vigor en agosto pasado.