Internacional -
Análisis
Merkel relanza el debate sobre la inmigración
Los democristianos se unen a los que creen que en Alemania hay demasiados inmigrantes musulmanes, y que estos inmigrantes no han hecho nada por integrarse en la sociedad alemana.
Jesús Torquemada
La canciller alemana, Angela Merkel, ha aprendido la lección de lo que está sucediendo en Europa. En los últimos años, partidos antimusulmanes han entrado en los parlamentos de once países de la Unión Europea. Y lo han hecho quitando votos a los partidos de derechas tradicionales.
Sarkozy no quiere que le pase lo mismo y por eso lanzó su campaña contra los gitanos. Y ahora Merkel lanza su campaña contra los inmigrantes musulmanes. Desde su partido, el cristianodemócrata, la acusaban de no estar defendiendo bien lo que ellos entienden como valores alemanes. Así que la canciller se ha defendido de esas acusaciones y, de paso, ha intentado anticiparse a la posible aparición de un partido de extrema derecha en Alemania.
Cuatro millones de alemanes son musulmanes, es decir, el 5% de la población. La inmensa mayoría de ellos son turcos y kurdos. Cada vez son más las voces que opinan que la identidad de Alemania como nación cristiana está en peligro. El mensaje de Merkel es que, a partir de ahora, los democristianos se unen a los que creen que en Alemania hay demasiados inmigrantes musulmanes, y que estos inmigrantes no han hecho nada por integrarse en la sociedad alemana.
De todas maneras, más allá de un posicionamiento oportunista, Merkel ha puesto el dedo en la llaga del debate sobre la integración en Europa. Hay dos modelos: el multicultural, en el que cada comunidad hace su vida a espaldas de la otra; y el de pluralismo cultural, en el que se respetan las peculiaridades de cada comunidad, pero todos son ciudadanos con unos derechos y deberes válidos para todos.
Merkel dice que el multiculturalismo, aplicado en Alemania y también en Gran Bretaña, ha fracasado; pero el problema es que el modelo de pluralidad cultural, aplicado en Francia, también ha fracasado.