Internacional -
Análisis
Irlanda: un plan de ajuste brutal
En algunos puntos, el plan irlandés es aún más duro que los que tuvieron que hacer algunos países latinoamericanos en los años 80, cuando tuvieron que renegociar su deuda externa a la desesperada.
Jesús Torquemada
Cómo tiene que ser el agujero de las finanzas públicas y privadas en Irlanda para que el Gobierno haya adoptado semejante plan de ajuste. Los recortes anunciados en Irlanda son más drásticos que los llevados a cabo en Grecia. En algunos puntos, el plan irlandés es aún más duro que los que tuvieron que hacer algunos países latinoamericanos en los años 80, cuando tuvieron que renegociar su deuda externa a la desesperada.
El Estado irlandés va a reducir gastos por todas partes y va a intentar aumentar ingresos subiendo los impuestos. Hace cuatro años, en los tiempos de la alegría económica, bajó el impuesto sobre la renta de una forma un tanto imprudente; ahora va tener que volver a poner los mismos tipos que entonces y va a tener que subir además los impuestos indirectos. Una medida que llama la atención es la extensión de la edad de jubilación hasta los 68 años. Hasta ahora, Alemania la ha ampliado a 67 y otros países se plantean hacer lo mismo; pero Irlanda es el primero que fija el listón en los 68.
Con un plan de recortes como éste, cualquier Gobierno se estaría suicidando. El primer ministro, Brian Cowen, ya tiene fecha de caducidad, porque ha anunciado que convocará elecciones anticipadas y su derrota electoral va a ser estrepitosa. Lo que está por ver es si, antes de esas elecciones, consigue que el Parlamento apruebe los presupuestos del Estado en los que ya se van a incluir parte de estos recortes.
La oposición exige elecciones anticipadas ya, lo cual aumenta aún más la incertidumbre sobre si Irlanda cumplirá este plan, porque no parece lógico que la oposición quiera hacerse cargo del Gobierno para ejecutar un plan tan impopular.