Internacional -
Análisis
Mundial de Fútbol: algo más que fútbol
La FIFA ha sido lista. Ha visto que aún hay mucho mercado para el fútbol en los países asiáticos y de Oriente Medio, y por eso ha optado por Rusia y Qatar.
Jesús Torquemada
Podrá parecer una tontería, pero la decisión de la FIFA de conceder el Mundial de Fútbol de 2018 a Rusia y el de 2022 a Qatar tiene un importante significado social y político.
Es otra confirmación más de que el centro del mundo ya no está en el Atlántico, entre Europa y Estados Unidos de América, sino en el Pacífico, entre Asia y EE. UU. Y también confirma la consolidación de nuevos centros de poder políticos y económicos.
Europa cada vez tiene menos peso en el mundo, e incluso Estados Unidos de América ya no tiene el poder que tenía. No es porque los europeos o los estadounidenses se hagan más pobres, sino porque los demás se están haciendo más ricos.
Durante el siglo XX, la mayoría de los Juegos Olímpicos y de los Mundiales de Fútbol se celebraron en EE. UU. o en Europa. Eran los únicos países ricos, y los demás eran demasiado pobres como para organizar nada. Ahora China, Sudáfrica, Brasil, Rusia y Qatar se han metido en la lista selecta de los que organizan ese tipo de acontecimientos.
La FIFA ha sido lista. Ha visto que aún hay mucho mercado para el fútbol en los países asiáticos y de Oriente Medio, y por eso ha optado por Rusia y Qatar olvidándose de potencias futbolísticas europeas como España, Portugal, Inglaterra, Holanda y Bélgica.