El euro, en un momento decisivo

Los dieciséis países europeos que tienen el euro como moneda están en un momento decisivo. Un pensamiento que hasta ahora no se podía decir en voz alta, que el euro está en peligro, ahora se puede leer y escuchar cada vez más en los medios de comunicación.

Por eso, la reunión de ayer del Eurogrupo era muy interesante. Y, sin embargo, se decidió seguir dejando las cosas como están. Es decir, por un lado no se ampliará el fondo de rescate para los países que tienen dificultades con su deuda pública; por otro, no se crearán los llamados eurobonos, deuda pública emitida por el conjunto de los países de la Eurozona.

Ahora, los bonos los emite cada Estado, y cada Estado compite con los demás para conseguir un tipo de interés más bajo. Además, cada Estado es responsable de pagar su propia deuda. Los eurobonos permitirían que los dieciséis países del euro se financiasen al mismo tipo de interés y fueran conjuntamente responsables de pagar la deuda. En otras palabras, los países más débiles se refugiarían bajo el paraguas de Alemania. Pero Alemania ha dicho que no, porque no quiere correr el riesgo de tener que pagar la factura.

Esa actitud siembra una duda que de momento es difícil despejar: o es que el euro no está tan en peligro como parece o es que Alemania ya se ha cansado del euro o es que sigue apostando por el euro, pero desembarazándose de los países que suponen una amenaza para la estabilidad del euro. Habrá que esperar nuevos capítulos de la novela financiera para adivinar la solución.