Internacional -
Análisis
A Mubarak le apoyan desde fuera
La actitud de Estados Unidos y de los europeos está siendo demasiado prudente. Les parece bien que Egipto se democratice, pero temen que Egipto se haga más islamista.
Jesús Torquemada
A estas alturas, resulta asombroso comprobar que el expresidente egipcio, Hosni Mubarak, sigue teniendo un gran respaldo internacional. Prácticamente ningún Gobierno le ha exigido que se marche ya, ninguno ha pronunciado las dos palabras que más gritan los manifestantes egipcios: “Mubarak, vete”.
Las dictaduras de todo el mundo tienen miedo de que Mubarak caiga estrepitosamente y de que la marea les alcance después a ellas. Dos dictaduras que están apoyando claramente a Mubarak son Arabia Saudí y China.
Arabia Saudí es la portavoz de todas las monarquías y las repúblicas autoritarias árabes, que están muy asustadas con lo que está pasando. China, que ya reprimió a los estudiantes de Tian Anmen en 1989, no quiere que los jóvenes chinos tomen como modelo a sus colegas egipcios. Pekín ha advertido a los occidentales que no se inmiscuyan en los asuntos egipcios; es decir, que no le presionen a Mubarak.
Y eso que hasta ahora la actitud de Estados Unidos y de los europeos está siendo demasiado prudente. Les parece bien que Egipto se democratice, pero temen que Egipto se haga más islamista. Hablan mucho de que hay que tomar en cuenta lo que pide el pueblo egipcio y cosas de esas, pero todavía ningún gobierno occidental ha pronunciado las dos palabras.