Internacional -
Análisis
Europa tiene que apostar contra Gadafi
Después del amenazante discurso del dictador libio, el peor escenario posible ahora es que Gadafi se salga con la suya.
Jesús Torquemada
Se puede entender el vértigo de la Unión Europea ante lo que está sucediendo en Libia. Sobre todo el de Italia, que está en primera línea del problema.
El corte del suministro de petróleo y la llegada masiva de refugiados son las preocupaciones principales. Sin embargo, la Unión Europea tiene que darse cuenta de que es el momento de cortar de una manera radical con Gadafi, no bastan con declaraciones tibias; demasiado tibias a la luz de lo que está pasando.
Después del discurso de ayer de Gadafi, después de su amenaza de matar a toda la gente que haga falta con tal de mantenerse en el poder, el peor escenario posible ahora es que Gadafi se salga con la suya.
Es imposible ya seguir manteniendo relaciones económicas y políticas con Gadafi como si no hubiera sucedido nada. Por tanto, lo mejor para los europeos es que caiga ya y negociar unas relaciones nuevas con quien le sustituya.
Europa tuvo muy pocas relaciones con Libia durante 15 años. La ONU adoptó sanciones contra Gadafi, acusado de financiar atentados en varios sitios, y la mayoría de los países europeos cumplió aquellas sanciones, dejando a Libia aislada. Más tarde, en 2003, Gadafi anunció que se había vuelto "bueno" y reconoció indirectamente su responsabilidad en el atentado de Lockerbie, en el que murieron 270 personas cuando un avión de PanAm cayó sobre esa localidad escocesa a causa de una bomba.
Tras ese supuesto cambio de Gadafi, los europeos aumentaron sus relaciones con Libia y el líder empezó a ser recibido en las capitales europeas. Ahora queda comprobado que fue un error creer a Gadafi.