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El Fine Gael estudia las opciones para gobernar en Irlanda

El partido conservador, ganador de las elecciones del viernes, espera los resultados definitivos que determinarán si podrá gobernar en solitario o en coalición con el Partido Laborista.

Redacción

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El conservador Fine Gael de Enda Kenny, ganador de las elecciones irlandesas de este viernes, continúa hoy a la espera de los resultados definitivos, que determinarán si podrá gobernar en solitario o en coalición con el Partido Laborista.

Cuando se llevan adjudicados 146 de los 166 escaños que forman el Parlamento irlandés (Dáil), el Fine Gael (FG) tiene 65 diputados, seguido por los laboristas (34), el gobernante Fianna Fáil (FF) (17), el Sinn Fein (13) e Independientes y Otros (17).

En esta ocasión, además, hasta el último voto será de gran importancia para los conservadores, pues, aunque no llegarán a la mayoría absoluta, no descartan, si quedan cerca, la opción de buscar apoyos entre la nueva y numerosa partida de diputados independientes salidos de los comicios celebrados este viernes.

Pero no todos valen, más aún cuando el próximo "Taoiseach" (primer ministro), Enda Kenny, quiere lavar, tanto en casa como en el extranjero, la imagen de un país castigado por una crisis económica edificada sobre la ineptitud de los políticos y la avaricia de los bancos y los constructores.

El hartazgo del electorado de su clase política ha motivado el descalabro electoral del gobernante FF, que podría perder hasta 60 diputados, mientras que sus socios desde 2007, el Partido Verde, está al borde de la extinción con la pérdida de sus seis parlamentarios.

Ese descontento, sumado al complejo sistema electoral, ha propiciado también la elección de diputados peculiares, que darán colorido al trigésimo primer Dáil, pero que más allá de las concesiones que extraigan para sus comunidades tendrán poco impacto a nivel nacional.

Según los observadores, Kenny buscará formar una coalición estable para acometer las severas reformas económicas exigidas por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional en el rescate financiero a este país, valorado en 85.000 millones de euros.

En este contexto, el electorado ha dejado claro en las urnas que la opción preferida es un gobierno entre conservadores y laboristas, que ya compartieron el poder entre 1994 y 1997.

A su favor juega el que el FG pertenece al Partido Popular Europeo, la fuerza política más numerosa en el Parlamento de Estrasburgo, mientras que los laboristas se encuadran en La Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas.

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