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Crisis
Haití cumple dos semanas de protestas y fuertes enfrentamientos en las calles
La oposición al Gobierno de Jovenel Moise exige su renuncia por la grave crisis económica y la corrupción.
agencias | redacción
Euskaraz irakurri: Protestek eta istilu larriek hartu dituzte Haitiko kaleak azken bi asteotan
Haití cumplió este jueves dos semanas de tensión política y social por las movilizaciones convocadas por sectores de oposición que rechazan el diálogo con el presidente Jovenel Moise y exigen su renuncia.
Aunque el gobierno ha redoblado en los últimos días sus esfuerzos en favor del diálogo y ha intentado rebajar la tensión con el anuncio de medidas para tratar de paliar la grave crisis económica y luchar contra la corrupción, el Sector Democrático y Popular, que integran varios líderes opositores, ha pedido a la población haitiana volver a salir a las calles este viernes.
André Michel, portavoz del sector Democrático y Popular, dijo que espera que con esta movilización la "comunidad internacional entienda que con Moise el país no va a tener estabilidad política" y que facilite la puesta en marcha de una gobierno de transición para evitar la confrontación.
Michel afirmó que Moise ya no tiene la "legitimidad para seguir ejerciendo el poder", por lo que exigen su renuncia.
También aseguró que quieren que se haga justicia en el caso de la presunta malversación de fondos de Petrocaribe, el programa mediante el cual Venezuela suministra petróleo a Haití a precios preferenciales, y señaló que con Moise no la habrá porque "está involucrado".
Una auditoría presentada a comienzos de febrero por el Tribunal de Cuentas reveló irregularidades entre 2008 y 2016 en este programa y señaló a quince exministros y actuales altos cargos como involucrados en el asunto, así como a una empresa que dirigía Moise antes de llegar a la presidencia.
En medio de esta tensión, fuentes oficiales confirmaron a Efe que cinco estadounidenses y dos serbios detenidos el domingo pasado en Haití con armas automáticas fueron enviados el miércoles a Estados Unidos, donde los dos últimos tienen residencia.
El pasado miércoles, André Michel denunció en una rueda de prensa que los detenidos eran mercenarios que estaban en el país para trabajar para el Gobierno y que presuntamente tenían en su mira atentar contra dirigentes de oposición.
Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU abordó la crisis en Haití en una reunión a puerta cerrada que solicitaron Estados Unidos, Francia y Alemania.
En ella, los 15 países acordaron una breve declaración para mostrar su inquietud por la situación y para llamar a todos los haitianos a "expresarse de forma pacífica".
Las protestas, que han aumentado la inseguridad en Haití, el país más pobre de América, y han provocado un clima de incertidumbre, se producen en medio de una grave crisis económica, que se agravó este año por una fuerte depreciación del gourde, la moneda oficial, y una inflación galopante.