Internacional -
Análisis
Maremoto electoral en Alemania
El salto de Los Verdes ha sido espectacular como consecuencia del accidente nuclear de la planta de Fuskushima.
Jesús Torquemada
De nada le ha servido a la canciller alemana, Angela Merkel, su conversión súbita al ecologismo.
Tras el accidente de la central nuclear japonesa de Fukushima, el sentimiento antinuclear que tiene una gran parte de la población alemana rebrotó con fuerza. Merkel, consciente de que se la juega en las siete elecciones regionales que va a haber en Alemania este año, dio un giro brusco en su política nuclear.
Hace apenas seis meses, en septiembre, la coalición gobernante en Berlín, formada por cristianodemócratas y liberales, decidió prolongar hasta 2035 la vida de las centrales nucleares alemanas. Hace diez años, los que gobernaban entonces, socialdemócratas y verdes, habían decidido cerrar todas las centrales en 2021.
Merkel reaccionó a la catástrofe de Fukushima con muchos reflejos: ordenó suspender la aplicación de la ley de septiembre y cerrar provisionalmente las siete centrales nucleares alemanas más viejas. Pero ha sido inútil. Muchos alemanes han decidido confiar en Los Verdes, el partido que siempre ha sido contrario a la energía nuclear.
El salto de Los Verdes ha sido espectacular. En Baden-Württemberg multiplican sus votos por dos y logran nada menos que el 24%. La CDU de Merkel sigue siendo la primera fuerza, con el 39%; pero si Los Verdes se coaligan con los socialdemócratas del SPD (23%), superan a la suma de cristianodemócratas y liberales. Por primera vez, un ecologista, concretamente Winfried Kretschmann, puede ser jefe de Gobierno de un Land alemán.
Y en Renania-Palatinado, que también votaba ayer, Los Verdes han multiplicado sus votos por tres y eso les servirá para entrar en el Gobierno regional en coalición con el SPD. El maremoto de Fukushima ha llegado hasta Alemania.