El asesino en serie de Long Island siembra el pánico en Nueva York

Las autoridades estadounidenses han reforzado la investigación que se lleva a cabo en la isla neoyorquina de Long Island para tratar de atrapar a un posible asesino en serie, al que se le atribuye la muerte de cuatro prostitutas y de otras cinco personas aún sin identificar.

Varios buzos han empezado hoy a rastrear el agua de las agrestes y solitarias playas donde desde diciembre se han localizado en un radio de unos diez kilómetros un total de diez grupos de huesos, de los que nueve han sido identificados como humanos.

El FBI se ha sumado también a la investigación, en breve se batirá la zona con aviones que fotografiarán en alta resolución el terreno, con la esperanza de que eso ayude a localizar posibles restos humanos.

Este caso ha acaparado portadas de todo el país, atraídos por el temor que despierta la posibilidad de que haya un asesino en serie que parece actuar con pautas repetitivas y estudiadas. Se dice incluso que podría ser un exagente de policía o tener un pasado vinculado a las fuerzas del orden.