Internacional -
Análisis
Cuba: un congreso y una foto
Los cambios en Cuba serán pocos y lentos. El control político lo seguirá manteniendo férreamente el Partido Comunista de Cuba y no habrá espacio para otras fuerzas políticas.
Jesús Torquemada
Los cambios en Cuba serán pocos y lentos. Y los jóvenes tendrán que seguir esperando. Ese es el resultado del Congreso del Partido Comunista de Cuba.
La "vieja guardia", los que hicieron la revolución, continúan manteniendo los principales cargos del partido. Han dejado algunos a la siguiente generación, los que tienen en torno a 50 años, pero a los menores de 40 años apenas se les ve.
Eso sí, aumenta considerablemente el porcentaje de mujeres en el Comité Central, del 17% al 42%. En cuanto a las reformas, pocas novedades. De hecho, los comunistas cubanos no hablan nunca de "reformas", sino de "actualización del modelo" o de "mejora del modelo".
Se harán ajustes en las empresas públicas, lo que significa que mucha gente perderá su empleo de funcionario, y eso se compensará con la posibilidad de emprender pequeños negocios por cuenta propia. Lo cual creará una nueva clase de "cuentapropistas", pero Raúl Castro ya ha avisado que nunca dejará que el país se deslice hacia el capitalismo. Es decir, no se llegará tan lejos como en China, ni siquiera como en Vietnam.
El control político lo seguirá manteniendo férreamente el Partido Comunista de Cuba y no habrá espacio para otras fuerzas políticas. Al final, lo que más se recordará de este congreso es una foto: la de Fidel Castro levantando el brazo de su hermano Raúl.
El comandante Fidel, el gran líder de la revolución, es ya un militante de base y ha cedido definitivamente la Secretaría General del partido a Raúl.