Internacional -
25 aniversario del desastre
Rusia pide en Chernóbil nuevas normas sobre seguridad nuclear
El presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, ha afirmado que el peor accidente nuclear de la historia mundial ha enseñado a los gobiernos que deben decir toda la verdad a los ciudadanos.
Redacción
El presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, ha visitado la central nuclear de Chernóbil (Ucrania) este martes, 25 años después del grave accidente provocado por la explosión de un reactor, y desde allí ha abogado por que se aprueben nuevas normas internacionales sobre la seguridad en las plantas atómicas.
Medvedev ha afirmado en una ceremonia junto a su homólogo ucraniano, Viktor Yanukovich, que el que fue el peor accidente nuclear de la historia mundial ha enseñado a los gobiernos que deben decir toda la verdad a los ciudadanos.
Estas palabras se interpretan como un reconocimiento de culpa, ya que la Unión Soviética (de la que Ucrania formaba parte en 1986) tardó varios días en admitir la enorme magnitud del accidente.
"El deber de un Estado es contar la verdad a los ciudadanos. Hay que reconocer que el Estado no siempre se comportó como debía", ha declarado el presidente ruso.
Respecto a la situación de Japón, donde siguen intentando controlar la crisis desatada en la central nuclear Fukushima-1 por el terremoto y el tsunami del mes pasado, el líder del Kremlin ha dicho que lo sucedido allí, al igual que en Chernóbil, pone de manifiesto la necesidad de establecer nuevas normas para usar la energía nuclear de forma segura y pacífica.
Nuevo sarcófago
La semana pasada, la comunidad internacional se comprometió a aportar 550 millones de euros para contribuir a la construcción de un nuevo sarcófago que cubra el reactor que explotó en 1986 y sustituya al sarcófago provisional, por el que ha empezado a escaparse la radiación. Esta cantidad se sumará a los fondos entregados previamente.
Protestas
La conmemoración del accidente ha dado lugar a protestas antinucleares en varios países europeos. Unas 120.000 personas se han manifestado este lunes en 80 lugares en Alemania, principalmente junto al reactor nuclear de Grohnde (20.000 personas). En Viena protestaron el lunes unas 700 personas, y se han organizados más actos para este martes.
En Rumanía, decenas de personas se han concentrado este martes junto a edificios gubernamentales de la capital para pedir a las autoridades que cancelen los planes para construir nuevos reactores a la orilla del río Danubio, en Cernavoda.