La revuelta árabe se ha estancado, pero continúa

Los acontecimientos internacionales han ocupado la atención informativa y la gente casi se ha olvidado de lo que pasa en los países árabes, pero siguen pasando cosas.

Por ejemplo, en Siria continúa la represión. Se estima que los muertos causados por esa represión superan ya los 800, aunque no hay cifras oficiales.

La Unión Europea incluyó ayer al presidente sirio, Bashar El Assad, en su lista negra. Eso significa que Assad no podrá viajar a Europa y el dinero que tenga en bancos europeos será congelado. Sin embargo, la Unión Europea no ha llegado a exigir la salida del poder del Assad, algo que sí ha hecho con el libio Muammar El Gadafi.

La guerra de Libia continúa, aunque con baja intensidad. El frente entre los gubernamentales y los rebeldes sigue situado en la zona de Ajdabiya y la OTAN efectúa algunos bombardeos contra posiciones de Gadafi. No da la impresión de que esa guerra vaya a terminar pronto.

Y lo mismo pasa en Yemen, donde hace ya un mes que el presidente Alí Abdalá Saleh dijo que estaba dispuesto a irse, pero no acaba de firmar la carta de dimisión.

Los jóvenes árabes siguen intentando mantener viva la llama de la revuelta. Ayer mismo volvió a haber manifestaciones en Marruecos, pero no llegaron a ser masivas y fueron disueltas por la Policía. Eso no ha desanimado a los jóvenes, que están ya organizando la siguiente.