Internacional -
Análisis
Netanyahu, presidente de Estados Unidos
El primer ministro israelí se permitió ayer hablar en el Parlamento estadounidense, mientras Obama estaba en el Reino Unido, para afirmar categóricamente que Israel no regresará a las fronteras del 67
Jesús Torquemada
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, parecía ayer el presidente de Estados Unidos. Habló ante una asamblea conjunta del Senado y de la Cámara de Representantes de EE. UU., un privilegio que solo es concedido a los principales aliados. Y su discurso fue interrumpido varias veces con grandes ovaciones, como suele ocurrir cuando el presidente estadounidense pronuncia su Discurso sobre el Estado de la Unión.
Los aplausos fueron especialmente fuertes cuando Netanyahu afirmó categóricamente que Israel no regresará a las fronteras de 1967, repitiendo así lo que le dijo hace unos días a Obama en persona.
El presidente estadounidense había dicho que Israel debía volver a las fronteras de 1967 para poder firmar la paz con los palestinos; es decir, que debía devolver los territorios que ocupó en la guerra de aquel año. Netanyahu le respondió que ni lo sueñe, y ayer, mientras Obama estaba de visita en Londres, se permitió el lujo de demostrar que el Congreso estadounidense le da la razón.
Netanyahu aceptó que quizá podría devolver una parte de Cisjordania, pero dejó claro que quiere conservar las principales colonias israelíes asentadas allí, toda Jerusalén y la frontera del río Jordán. Eso no les deja más opción a los palestinos que proclamar un Estado palestino con los territorios que creen que son suyos y buscar el reconocimiento internacional.
Eso es lo que podría suceder en septiembre, cuando se celebre la Asamblea General de las Naciones Unidas.