Internacional -
Decreto de extradición
Francia autoriza la extradición a Panamá del exgeneral Noriega
Noriega cumple condena en París por blanqueo de capitales y la extradición no podrá ser efectiva hasta que se pronuncie un juez de la ejecución de penas.
Redacción
Francia ha anunciado este miércoles, que ha firmado el decreto de extradición a Panamá del exdictador Manuel Antonio Noriega, cerca de un mes y medio después de obtener el visto bueno estadounidense para devolverle a su país, en el que tiene cinco condenas pendientes. Se espera que el traslado del exgeneral, que gobernó de facto Panamá entre 1983 y 1989, se concrete en los próximos meses, sobre todo porque solo se demoraría si éste presentara un recurso de anulación, lo que no parece probable. El Ministerio francés de Asuntos Exteriores ha precisado que Noriega dispone ahora de un mes para recurrirlo y, si decide no anularlo, será comunicado oficialmente a las autoridades panameñas, que"tendrán que organizar su traslado con la mayor brevedad". Dado que Noriega cumple condena en París por blanqueo de capitales, la extradición no podrá ser efectiva hasta que se pronuncie en ese sentido un juez de la ejecución de penas, ante el cual está prevista una audiencia a principios del próximo mes. La embajada panameña en París ha declinado pronunciarse sobre el proceso contra Noriega, que en agosto del año pasado aceptó ser entregado a su país, donde tiene condenas pendientes superiores a 60 años de prisión por cinco sentencias relacionadas con delitos que van desde el asesinato a daños medioambientales. En una carta fechada el pasado 12 de abril y enviada a través de sus hijas al diario "Panamá América", Noriega subrayó que "en ningún momento" se había negado a cooperar con la Justicia panameña y que así lo reiteró "en varias ocasiones" desde Estados Unidos. Con ello incidió en su demanda de ser enviado a su país, después de considerar que su entrega a Francia y el juicio al que se le sometió en París formaron parte de "la misma conspiración" que EEUU organizó para condenarlo, como supuesta represalia por negarse a intervenir en Nicaragua contra los sandinistas en la década de los años 80.