Internacional -
Análisis
Racismo y desigualdad social, mala mezcla
La discriminación racial sigue siendo una de las principales causas, pero a ello hay que añadir el malestar de una juventud que siente que no tiene futuro.
Jesús Torquemada
Al principio, los disturbios de Londres parecían un suceso relacionadocon la tensión racial. La Policía mata a un joven negro y los chavalessalen a la calle para protestar por lo que consideran un asesinatoinjustificado.
No es la primera vez que pasa en Londres. En los años 80, el distrito de Brixton estalló en dos ocasiones por motivos parecidos, en Tottenham también se produjeron episodios violentos e incluso en el Carnaval de Notting Hill hubo batallas campales.
Pero ahora, cuando los disturbios se han extendido a otros barrios de Londres en los que no hay problemas raciales, y también se están produciendo en otras ciudades inglesas, hay que buscar más explicaciones a lo sucedido.
La discriminación racial sigue siendo una de las principales causas, pero a ello hay que añadir el malestar de una juventud que siente que no tiene futuro. Los continuos recortes del gasto público están eliminando las estructuras de integración social de los jóvenes que viven en los barrios más desfavorecidos.
El Gobierno del primer ministro David Cameron está aplicando un duro programa de austeridad que incluye una gran subida de las tasas universitarias, lo cual hace imposible que ningún joven de los barrios marginados sueñe siquiera con llegar a la universidad.
Y otro factor importante, que no se puede desdeñar, es la cultura del hooliganismo que rodea a los hinchas radicales de los equipos de fútbol británicos. Es una de las causas de que toda esa frustración, que en otros países se ha expresado de forma pacífica, como es el caso de los indignados españoles, en Gran Bretaña haya escalado rápidamente hacia la violencia y el pillaje.