Breivik llamó a la Policía pero al no recibir respuesta siguió matando

El ultraderechista Anders Behring Breivik llamó varias veces a la policía para entregarse, y al no obtener respuesta continuó la matanza en el campamento juvenil de la isla noruega de Utøya, según informa el diario Aftenposten.

"Bastante antes de ser capturado, llamó a la Policía. Dice que llamó diez veces y que le respondieron dos. Se presentó como comandante y dio su nombre completo", ha declarado al diario noruego su abogado, Geir Lippestad.

De acuerdo con las declaraciones del propio Breivik en los interrogatorios de esta semana, mostró su deseo de entregarse y pidió una confirmación de que se había aceptado su propuesta. "Asegura que recibió respuestas que no entendió y que pidió que lo llamaran de vuelta". Tras hacer una pausa a la espera de recibir una llamada, que nunca llegó, Breivik decidió continuar con los disparos hasta ser capturado minutos más tarde, según su abogado.

Supervivientes de la matanza han relatado que Breivik hizo una pausa de varios minutos durante el tiroteo, que podría coincidir con el momento en que llamó a la Policía. Además, la central de Policía del distrito de Buskerud sur recibió y grabó una conversación con Breivik.