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Análisis
Estalla el Gobierno de Irak
No hace ni cuatro días que se marcharon los soldados estadounidenses y ya ha saltado por los aires el Gobierno de Irak. Y, con ello, crecen las posibilidades de un enfrentamiento sectario.
Jesús Torquemada
No hace ni cuatro días que se marcharon los soldados estadounidenses y ya ha saltado por los aires el Gobierno de Irak. Y, con ello, crecen las posibilidades de un enfrentamiento sectario entre los chiíes, que son mayoritarios, y los suníes, que son la minoría, con los kurdos como árbitros.
El asunto es complicado. El primer ministro, Nuri Al Maliki, que es chií, acusa al que hasta ahora era su vicepresidente, Tarek Al Hashemi, que es suní, de conspiración para asesinarle. Un tribunal dictó el lunes orden de arresto contra Al Hashemi, y lo que hizo éste fue escaparse al Kurdistán iraquí.
Esa parte del Kurdistán sigue estando dentro de Irak, pero es completamente autónoma y el Gobierno central no tiene ninguna autoridad allí. Ni siquiera autoridad militar, porque el Ejército iraquí está ausente del Kurdistán y allí mandan las milicias kurdas.
El presidente del Kurdistán, Masud Barzani, se niega a entregar a Al Hashemi a los tribunales. Con eso queda demostrado que Irak está en la práctica roto en dos partes. Pero, además, tres regiones en las que los suníes son mayoría reclaman para ellas una situación similar a la del Kurdistán. Los chiíes no quieren reconocer esa autonomía a las tres regiones suníes.
El Gobierno de unidad nacional que se había formado con la participación de chiíes, suníes y kurdos ha estallado tras la huida de Al Hashemi. Los americanos se han ido, pero Irak dista mucho de ser estable.