Internacional -
74 personas muertas
La tragedia de Port Said amenaza con crear una grave crisis en Egipto
Este jueves, 388 personas han resultado heridas en El Cairo, en enfrentamientos entre hinchas y policías por las acusaciones de que las fuerzas de seguridad consintieron la masacre.
Redacción
Los disturbios en Egipto no cesan. Este jueves, 388 personas han resultado heridas en enfrentamientos entre hinchas del equipo Al Ahly y miembros de las fuerzas de seguridad en El Cairo. 266 personas han sido atendidas en el lugar de los choques, mientras que 122 heridos fueron ingresados en hospitales. Los disturbios han estado motivados por las acusaciones de que las fuerzas de seguridad consintieron la masacre.
Un grupo de líderes políticos y activistas opositores egipcios ha responsabilizado directamente al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas por los incidentes violentos que acabaron el miércoles con la vida de 74 personas y dejaron más de 1.000 heridos en el estadio de fútbol de Port Said, según ha informado el portal 'Independent Egypt'.
Este colectivo ha exigido además al Parlamento que apruebe una declaración simbólica de retirada de su confianza a la junta militar, que dirige el mariscal de campo Mohamed Husein Tantawi y que gestiona el país desde que el 11 de febrero el entonces presidente, Hosni Mubarak, dimitió de su cargo.
El presidente del Parlamento egipcio, el islamista Saad Katatni, ha afirmado que la tragedia del miércoles fue debida a "la deficiencia y la negligencia" de los cuerpos de seguridad.
El director del estadio de la ciudad mediterránea de Port Said, Mohamed Yunis, ha asegurado que la Policía no actuó, que no intentó evitar la mayor tragedia del fútbol egipcio, porque tenía miedo de los hinchas.
"Los policías no actuaron porque tenían miedo; se limitaron a mirar porque temían que los lincharan", ha señalado Yunis.
La salvaje batalla entre los aficionados del club local de Port Said, Al Masry, y los del equipo rival, el cairota Al Ahly, estalló tras pitar el árbitro el final del partido que habían ganado los primeros por 3-1.
Tres días de luto nacional
La Junta Militar de Egipto ha declarado tres días de luto nacional por los 74 muertos en los disturbios de anoche en la mayor tragedia del fútbol egipcio, en un comunicado en su página de Facebook.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas ha anunciado además, la formación de un comité de investigación sobre los sucesos.
Protestas en El Cairo
Grupos de manifestantes han cortado al tráfico de vehículos la plaza Tahrir de El Cairo y los accesos a la sede de la radiotelevisión egipcia en protesta por la tragedia ocurrida anoche en un partido de fútbol en la ciudad mediterránea de Port Said.
Decenas de manifestantes se han congregado en la plaza de Talaat Harb, muy próxima a Tahrir, para manifestarse por la masacre.
Mientras, en el cercano edificio del Ministerio del Interior se han reforzado las medidas de seguridad por el temor a que los ultras del club cairota Al Ahly, que fue uno de los implicados en la batalla campal de ayer, y sus eternos rivales del Zamalek se dirijan allí, apuntó la fuente.
La UE pide une investigación "inmediata e independiente"
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, ha pedido una investigación "inmediata e independiente" por parte de Egipto de los disturbios que registrados el miércoles en un estadio de fútbol.
"Espero que una investigación inmediata e independiente arroje luz sobre las causas de este trágico acontecimiento", ha señalado Ashton en un comunicado, en el que ha expresado a los egipcios sus más profundas condolencias por la trágica pérdida de tantas vidas.
Acusación de los Hermanos Musulmanes
El Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, ha acusado a los partidarios del antiguo régimen de Hosni Mubarak de los disturbios. "Los acontecimientos de Port Said están orquestados y son un mensaje de los remanentes del antiguo régimen", ha denunciado el vicepresidente del PLJ, Esam al Arian.
Varios partidos políticos y responsables deportivos han criticado la falta de seguridad durante el partido entre el Al Masry y el Al Ahly y han acusado a los líderes del país de permitir --o incluso causar-- la tragedia.
"Esto confirma que hay un plan invisible detrás de esta masacre injustificada. Las autoridades han sido negligentes", ha dicho el movimiento a través de un comunicado. "Sospechamos que algunos oficiales están castigando a la gente por su revolución, por restringir sus privilegios y por privarles de su capacidad para actuar como tiranos", ha agregado.