Internacional -
Análisis
El Ejército sirio está ganando
El Ejército gubernamental está imponiendo su superioridad frente a unos rebeldes mal armados y el Ejército Libre de Siria se bate en retirada. Además, la oposición no ha conseguido su unidad política.
Jesús Torquemada
La revuelta siria empezó hace un año en Deraa, al Sur del país, y en Deraa puede acabar un año más tarde. Después de conquistar Homs tras un mes de asedio e Idlib en solo unos días de combate, el Ejército sirio intenta ahora recuperar Deraa, el último bastión de la oposición, justo en la frontera con Jordania.
La situación ha cambiado mucho en el frente militar en poco tiempo. Hace dos semanas, cuando los sublevados en Homs resistían todavía el asedio de los militares, parecía que el conflicto iba a durar mucho tiempo y podía convertirse en una guerra civil en toda regla. Sin embargo, el Ejército gubernamental está imponiendo su superioridad frente a unos rebeldes mal armados y el Ejército Libre de Siria se bate en retirada. Además, la oposición no ha conseguido su unidad política y eso le está pasando factura.
El Consejo Nacional Sirio es su principal organización, pero no agrupa a toda la oposición, y por eso no ha conseguido el reconocimiento internacional. Además, tiene serias disensiones internas, y ayer se conoció que tres de sus dirigentes se han marchado. Con este panorama, da la impresión de que el presidente Bashar El Assad puede salirse con la suya: mantenerse en el poder sin hacer ninguna de las reformas democráticas prometidas.