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Los casos de artrosis seguirán aumentando por el envejecimiento de la población y la obesidad
Un estudio prevé que casi mil millones de personas padezcan la forma más común de artritis en 2050. No tiene cura, y afecta más a mujeres.
Agencias | EITB Media
Euskaraz irakurri: Artrosi kasuek gora egiten jarraituko dute biztanleriaren zahartzearen eta obesitatearen ondorioz
Un estudio publicado en The Lancet Rheumatology avanza que los casos de artrosis seguirán aumentando en las próximas décadas, debido al envejecimiento, el aumento de la población y la obesidad, hasta llegar en 2050 a casi mil millones de personas con esta enfermedad degenerativa, que consiste en la destrucción del cartílago hialino que recubre las superficies óseas y es la forma más común de artritis.
El estudio dirigido por el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) ha analizado los datos de los últimos 30 años en más de 200 países. En 1990, 256 millones de personas padecían artrosis. En 2020, eran 595 millones (aumento del 132%), y para 2050 se prevé que esta cifra se acerque a los 1000 millones.
La autora del artículo, la doctora Jaimie Steinmetz, explica que "los factores clave son la mayor longevidad de las personas y el aumento de la población mundial, por lo que debemos anticiparnos a las tensiones que sufrirán los sistemas sanitarios de la mayoría de los países". No existe cura eficaz, por lo que recomienda centrarse en la prevención e intervención precoz, así como en "hacer más asequibles los tratamientos caros y eficaces, como las prótesis articulares, en los países de ingresos bajos y medios".
Las zonas más afectadas por la artrosis son las rodillas y las caderas. Para 2050, se prevé que la artrosis aumente en los siguientes porcentajes según las zonas problemáticas del cuerpo humano: rodilla, un 74,9 %; mano, un 48,6 %; cadera, un 78,6 %, y otras zonas (por ejemplo, codo y hombro), un 95,1 %.
También avanzan que las mujeres serán más afectadas que los hombres, debido a "la genética, los factores hormonales y las diferencias anatómicas".
Este estudio demuestra que la obesidad o un índice de masa corporal (IMC) elevado es un importante factor de riesgo de artrosis. Si la obesidad pudiera combatirse eficazmente en la población mundial, se calcula que la carga de la enfermedad disminuiría en un 20 %.
"El papel que desempeña la inactividad física en la obesidad y el dolor asociados a la artrosis puede tener ciclos negativos opuestos y no intencionados. Por ejemplo, ser físicamente activo puede prevenir lesiones en etapas tempranas de la vida e incluso puede ser beneficioso para alguien con dolor articular. Es contraintuitivo, pero tener dolor articular no significa que debamos permanecer sedentarios", explica la investigadora Liane Ong.