Los videojuegos, en el punto de mira por la matanza de Connecticut

La potente industria de los videojuegos centra la polémica sobre la violencia en Estados Unidos después de que la industria del cine y la televisión se haya autocensurado. Hollywood ha decidido cancelar o posponer películas y programas de televisión con contenidos sensibles, con motivo del tiroteo que asoló una escuela Connecticut la semana pasada.

En Washington, el senador John Rockefeller ha pedido la realización de un estudio nacional acerca del impacto de los videojuegos violentos sobre los niños. Los investigadores de Newtown, Connecticut, no han proporcionado aún ningún motivo para el tiroteo del viernes, pero algunos medios de comunicación estadounidenses han informado de que el atacante de 20 años de edad, jugaba al popular videojuego Call of Duty (en el que los jugadores realizan misiones simuladas de guerra) en el sótano de su casa.

"Las grandes corporaciones, incluyendo a la industria del videojuego, ganan miles de millones en la comercialización y venta de contenidos violentos a los niños", dijo Rockefeller en un comunicado. El senador ha añadido también que las compañías de videojuegos tienen "la responsabilidad de proteger a nuestros niños".

Por su parte, la Entertainment Software Association (industria de videojuegos) ha ofrecido sus "sentidas oraciones y condolencias" a las familias de Newtown. Ante las acusaciones que ha recibido, la empresa ha añadido que se tienen que estudiar también otros factores que podrían haber contribuido con la tragedia.

Los padres del Consejo de Televisión han elogiado la respuesta de la industria televisiva y cinematográfica al eliminar contenidos que pueden herir la sensibilidad en estos momentos, pero han querido dejar claro que esto no debería limitarse sólo al periodo inmediato de una tragedia.