Sociedad -

Crónica del encierro

Emoción en un quinto encierro rápido y limpio

Uno de los astados ha quedado descolgado al final de la carrera y ha creado los mayores momentos de peligro. El recorrido ha sido completado en 2 minutos y 47 segundos.

Se han vivido momentos de máxima tensión en el encierro. Foto: EFE
Se han vivido momentos de máxima tensión en el encierro. Foto: EFE
Se han vivido momentos de máxima tensión en el encierro. Foto: EFE

Redacción

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Un toro de Torrestrella que se ha quedado descolgado en el quinto encierro de sanfermines ha puesto el peligro y la emoción en otra  carrera limpia que se ha saldado sin heridos por asta. El encierro ha  durado 2 minutos y 47 segundos.

Los seis toros de la ganadería gaditana de Torrestrella han salido  a las ocho en punto de los corrales de Santo Domingo encabezados por  los cabestros.

Dos toros han mirado a los mozos a la derecha y a la izquierda de  la cuesta, pero no han generado más peligro y la manada ha llegado  agrupada a la plaza del Ayuntamiento a buen ritmo.

Ya en el tramo de Mercaderes, un toro castaño ha generado riesgo  en la parte derecha de la calle, donde ha arrollado a un mozo y a  punto ha estado de golpear a otros.

Tras atravesar la curva de Mercaderes y entrar en Estafeta, la  carrera ha empezado a cambiar. La manada ha comenzado a estirarse y  se ha quedado en cabeza un toro junto con tres cabestros. Detrás de  ellos se han situado cuatro toros, y finalmente, descolgado del resto  ha quedado el último astado.

En esta situación, en la segunda parte de Estafeta, los mozos han  tenido alguna posibilidad de correr cerca de las astas, frente a las  dificultades que encontraban al principio, con una manada agrupada y  protegida por los cabestros.

En este último tramo de la carrera el protagonista ha sido el toro  descolgado, que en la bajada al Callejón se ha dado varias veces la  vuelta y se ha quedado prácticamente parado.

Sin embargo, no ha llegado a embestir y los mozos han sabido  guiarlo muy bien hacia la plaza. En el mismo callejón se ha dado la  vuelta de nuevo, pero otra vez ha sido guiado con acierto hasta el  coso taurino. Así, finalmente, ha entrado a los chiqueros de la  plaza, donde ya habían entrado sin incidencias el resto de bureles.

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