Sociedad -

Juicio en Pamplona/Iruña

El acusado del botellazo en los Sanfermines de 2010 niega los hechos

Los padres del joven herido han afirmado que tras escuchar las declaraciones de los acusados  sienten "impotencia" y han reclamado que "se haga justicia".

Imagen del chupinazo de 2010 en los sanfermines. EFE
Imagen del chupinazo de 2010 en los sanfermines. EFE
Arranca el juicio por el botellazo del chupinazo de 2010

1:10

Redacción

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El acusado de lanzar un botellazo durante el chupinazo de Sanfermines de 2010 que dejó herido muy grave a un joven madrileño ha negado este lunes, en la primera jornada del juicio, que cometiera los hechos.

A preguntas del fiscal, el procesado ha negado que cogiera una botella de champán del suelo y la lanzara. "En ningún momento", ha sostenido.

Además, ha señalado que cuando llegó a la plaza del Ayuntamiento los agentes ya se estaban retirando y que no llegó a entrar del todo en la plaza. Según ha sostenido, él se mantuvo "al margen" de los forcejeos entre policía y distintas personas.

Por estos hechos, el fiscal solicita 3 años de prisión por un delito de lesiones para uno de los trece procesados. Asimismo, tanto para este procesado como para los otros doce, el Ministerio Público reclama 15 meses de prisión por un delito de atentado a agente de la autoridad y un año de prisión por un delito de desórdenes públicos.

Los padres sienten "impotencia"

Los padres del joven herido han afirmado que tras escuchar las declaraciones de los acusados en la primera sesión del juicio sienten "impotencia" y han reclamado que "se haga justicia".

El padre, Pedro Martín Arranz, en declaraciones a los periodistas, ha opinado que los acusados han venido a la declaración de este lunes "con la lección aprendida, lo que les han dicho sus abogados".

Preguntado por qué cree que sucedió aquel 6 de julio, ha señalado que "un chico que vino a los Sanfermines se encontró con un botellazo, le arruinaron la vida, la vida de una persona de 30 años con toda la vida por delante". Así, ha explicado que su hijo "lleva tres años con médicos, operaciones y rehabilitación, y estuvo en la muerte".

En cuanto a las declaraciones de los acusados, ha dicho que cree que "un par de ellos han dicho la verdad y los demás han venido con la lección aprendida de los abogados para negarlo todo".

Por su parte, la madre del joven, Soledad Rosa, ha explicado que tres madres de tres acusados se han acercado a ella este lunes y le han transmitido que "sentían lo que le había pasado" a su hijo, que "ellos no querían haberle hecho ese daño que ya no se puede reparar". Asimismo, le han dicho que "como madres", le entendían.

Rosa ha agradecido estas palabras porque "realmente les honra". "Es algo que necesitaba escuchar porque, no es que haya sido algo que me haya reconfortado, pero son madres y eso es lo que me ha llegado a mí porque sufrimos mucho por los hijos".

Los hechos

Según relata el fiscal, los hechos tuvieron lugar sobre las 11:40 horas del 6 de julio de 2010, cuando un grupo de personas se acercó al portal de una vivienda de la calle Calceteros, en el Casco Antiguo, con el fin de recoger una ikurriña de grandes dimensiones que fue arrojada desde un balcón del segundo piso.

Los jóvenes, entre ellos tres menores que ya han sido juzgados, tenían la intención de introducirla en la Plaza Consistorial en el momento del lanzamiento del chupinazo, pero unos agentes de la Policía Municipal, que precisamente se encontraban en el lugar para impedir estas actuaciones, les intentaron quitar la enseña y encontraron en ellos una "fuerte resistencia".

El fiscal agrega que los procesados lanzaron botellas "poniendo en serio peligro a la multitud de personas que se encontraban allí congregadas y alterando gravemente el normal desarrollo de la actividad festiva", además de insultar y agredir con patadas y puñetazos a los agentes, que tuvieron que recibir refuerzos y seis de ellos resultaron con diferentes lesiones.

Durante los altercados, uno de los jóvenes, "sabiendo que al ser el inicio de las fiestas de San Fermín la calle se encontraba abarrotada", lanzó una botella de champán que impactó en la cabeza de un joven que participaba de la fiesta en ese lugar.

El impacto le ocasionó graves lesiones en la cabeza y tuvo que estar hospitalizado 47 días, habiéndole quedado como secuela parálisis en miembro superior.

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