Sociedad -
La iglesia en Bizkaia
El 11 % de los jóvenes vizcaínos son católicos; el 60 %, ateos
Los católicos de Bizkaia, un 54 % de la población, citan como aspectos negativos de la Iglesia los mensajes que promueve.
Redacción
El 11 % de los jóvenes vizcaínos de entre 18 y 25 años se consideran católicos, frente a un 60 % que se declara ateo o agnóstico. Así lo ha demostrado una encuesta realizada por la Diócesis de Bilbao a 1.090 personas mayores de 18 años residentes en Bizkaia, para conocer la percepción social sobre la Iglesia en Bizkaia.
Según este estudio, más de la mitad de los vizcaínos se consideran católicos (54 %), mientras que un 30 % se declara ateo, agnóstico o no creyente y solo el 2 % dice profesar otra religión. Del total de católicos, el 11 % son jóvenes de 18 a 25 años, y de ese porcentaje, un 3 % afirma ser practicante, frente al 8 % que se considera poco practicante.
Los datos son similares en los vizcaínos de entre 26 y 34 años -el 3% se confiesan católicos practicantes y el 7 % no practicantes- y de entre 34 y 44 años -5 y 11 %, respectivamente-.
Uno de los datos más destacables de los jóvenes declarados católicos es que solo un 8 % afirma ir semanalmente a la iglesia y sin embargo, casi la mitad (43 %) reconoce que reza. De hecho, solo un tercio de la población católica de Bizkaia asegura que va una vez a la semana a misa, excluyendo celebraciones como bautizos o bodas, frente a un 26 % que contesta que nunca va a misa.
Cuando se preguntan por las razones de por qué no son practicantes, la mayoría de los vizcaínos lo achaca a las discrepancias con algunos mensajes de la Iglesia (28 %) y a la falta de tiempo (13 %).
Los vizcaínos católicos citan como aspectos negativos de la Iglesia los mensajes que promueve, pero destacan como positivo la labor social que desempeña. Además, según la encuesta, inciden en que la Iglesia vizcaína debería caracterizarse por su cercanía y por su compromiso con los colectivos con mayores dificultades.
El investigador Javier Díez Llamas, elaborador de la encuesta, ha destacado que el estudio define a una "sociedad que recoge crisis de valores, extremadamente individualista, que contrasta con los valores comunitarios de la Iglesia".
Además, ha añadido que la sociedad observa "una falta de valores" y sin embargo, al preguntar quién debe hacer o promover esos valores, "existe un vacío en sus respuestas".