Sociedad -

Falleció en Zarautz

El acusado de matar a su hija cambia su versión de los hechos

El acusado dice ahora que no sabía que la pequeña había fallecido cuando habló con la Ertzaintza por primera vez.

La niña apareció muerta en octubre de 2010 en la playa de Zarautz. EiTB
La niña apareció muerta en octubre de 2010 en la playa de Zarautz
El padre de la niña aparecida muerta en Zarautz niega ser el responsable

1:46

Redacción

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El hombre acusado de asesinar a su hija de 18 meses en Zarautz ha cambiado su versión de los hechos y ha dicho que el testimonio que dio a la Ertzaintza partió de su miedo a que los servicios sociales de la Diputación le quitaran a la pequeña, ya que entonces "no sabía que había muerto".

La Audiencia de Gipuzkoa ha celebrado hoy la segunda sesión del juicio con jurado contra este hombre, un ciudadano marroquí de 44 años, al que se acusa de haber arrojado a su hija Aicha al mar el 7 de octubre de 2010, por lo que la Fiscalía y la acusación popular reclaman para él penas que suman 23 años y medio de prisión.

El procesado declaró ante la Ertzaintza que, tras una discusión con la madre de la niña, la había llevado a dormir a una chabola del parque de Montetxio en Zarautz en la noche del 6 de octubre y que durante la madrugada había desaparecido.

Antes, se había desplazado con ella a Durango para vender ropa y, según su versión, había estado con un amigo en un bar bebiendo y fumando porros, por lo que estuvo borracho todo el día.

Ha explicado que cuando habló con la Ertzaintza, pasadas las cinco de la mañana, no sabía qué había ocurrido con Aicha y, ante el temor de que se la quitaran, dio esa versión, en vez de relatar lo que, según él, ocurrió realmente, que habían dormido en el malecón de la playa y que cuando despertó, la pequeña no se encontraba a su lado.

Ha afirmado que, tras ello, decidió buscarla en la zona de Montetxio, donde había estado anteriormente con su hija, la última vez esa misma noche, pero que no habían pernoctado allí porque no había logrado abrir la puerta de la chabola.

También ha manifestado que su idea era llevar a ese lugar "todas las cosas" y las colchonetas donde habían dormido para preparar una "coartada" y simular que habían pasado allí la noche con el fin, ha insistido, de que le "devolvieran" a su hija, cuyo cadáver apareció esa misma mañana flotando en el mar.

Preguntado por la fiscal por qué ofrece ahora esta versión y no lo hizo en el Juzgado de Azpeitia durante la instrucción del caso, ha señalado que allí nadie le preguntó al respecto y no tuvo "la oportunidad" de decir dónde durmieron, pero que sí se lo contó a un preso que cree en su inocencia durante su estancia en la cárcel.

El cadáver de la niña no presentaba signos de violencia y el procesado fue detenido después de su aparición. Hoy ha negado tajantemente haber acabado con la vida de su hija. "Juró que no tiré a la niña al mar, por el amor de Alá", ha subrayado. Además, ha señalado que padece esquizofrenia, pero que por entonces no tomaba ningún tratamiento.

Declaración de un testigo

Un vecino de Zarautz ha declarado como testigo en el juicio. Afirma que, sobre las cinco y diez de la madrugada del día de los hechos, vio a un hombre bajar las escaleras desde Montetxio, que aparentaba estar tranquilo y no tener prisa, pero que iba muy cargado, con una mochila que parecía pesar mucho, y que eso es lo que más le llamó la atención. "No pensé en cosa buena, pensé en algo malo", ha asegurado este testigo, que por ese motivo volvió sobre sus pasos para observar al hombre sin ser visto y advirtió cómo cogía la mochila que había posado y subía las escaleras.

Ha explicado que cuando las noticias sobre la muerte de la niña aparecieron en la prensa y vio la foto del detenido, decidió ir a la Ertzaintza y contar su vivencia. Cree que en la mochila podía estar la pequeña, "muerta o viva".

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