Sociedad -
Juicio
El acusado de asesinar a un anciano en Santutxu niega el crimen
El hombre, de 39 años, se enfrenta a una pena de 25 años de cárcel por asesinato con alevosía y robo con violencia.
Redacción
El acusado de matar y robar al anciano a quien ayudaba en las tareas domésticas en mayo de 2011, ha negado haber cometido el crimen y ha dicho que se encontró al hombre ya muerto en su piso barrio del bilbaíno de Santutxu y que no llamó a la Policía porque "le dio pánico" y no quiso "involucrarse".
"Soy colombiano y ahí había un español muerto", ha explicado ante el tribunal de la Audiencia de Bizkaia que le juzga. "Los colombianos tenemos mala fama. Me fui corriendo hasta mi casa porque no quería meterme en problemas", ha añadido.
Tras abandonar el cadáver del hombre que le había dado trabajo y con quién ha afirmado que tenía "muy buena relación", el acusado regresó al domicilio de su madre, se quitó la ropa manchada de sangre y fue hasta el aeropuerto de Loiu para tomar un vuelo hasta Madrid y, de ahí, viajar a Bogotá.
Según ha manifestado, no se trataba de una huida tras cometer un asesinato, sino que tenía el billete comprado dos días antes porque quería regresar con su familia en Colombia ya que en Bilbao no encontraba "estabilidad en el trabajo".
Por eso, según ha asegurado en el juicio, antes del viaje acudió a casa de la víctima para despedirse: "No fui con intención de robar, ni de matar a nadie".
Ha relatado que se encontró la puerta de la vivienda abierta, vio al hombre sentado sobre un sofá y le movió agarrándole por debajo de las axilas para tratar de que reaccionara, momento en el que se manchó de sangre, se percató de que estaba muerto y abandonó el lugar.
El acusado, de 39 años, se enfrenta a una pena de hasta 25 años de prisión por los delitos de asesinato con alevosía y robo con violencia con arma en casa habitada.
Según el relato acusatorio, el 26 de mayo de 2011, acudió a primera hora de mañana al piso de la víctima, un anciano de 78 años, en la calle Párroco Unzeta de Bilbao, "con ánimo de apropiarse del dinero que había en el domicilio, ya que conocía que tenía cierta cantidad de dinero guardada en un cajón".
El acusado, "de manera sorpresiva", propinó al anciano una primera puñalada en el abdomen con un arma blanca de unos 10 centímetros, y la víctima, gravemente herida logró llegar hasta la habitación del fondo de la casa donde el acusado se puso detrás "y con el ánimo de acabar con su vida, le sujetó la cabeza" y le degolló.
El juicio terminará el lunes con los informes definitivos de las partes.