Sociedad -
Semana Grande
El oleaje complica un abordaje pirata multitudinario
Las numerosas embarcaciones construidas para participar en esta travesía popular han tenido que pelear contra una mar picada, que ha obligado a un esfuerzo extra con los remos.
Redacción
El oleaje ha complicado hoy el abordaje pirata que se celebra cada año en la bahía de la Concha y que se está convirtiendo en uno de los grandes atractivos de la Semana Grande de Donostia-San Sebastián.
Esta actividad nació como parte del programa alternativo que organiza el colectivo Donostiako Piratak, pero ha sido adoptada ya por la agenda oficial de las fiestas de la capital guipuzcoana, que esta mañana ha recibido la tercera jornada de Semana Grande con sirimiri y cielos cubiertos.
Sin lluvia ya por la tarde, las numerosas embarcaciones construidas para participar en esta travesía popular y gamberra desde el muelle hasta la playa de la Concha han tenido que pelear contra una mar picada, que ha obligado a un esfuerzo extra con los remos.
Cientos de personas han seguido las peripecias de los piratas desde el puerto y desde la barandilla que bordea la playa y en la que era imposible encontrar un hueco a las cinco de la tarde, cuando sonaban los cohetes que daban inicio al abordaje.
La primera embarcación, integrada en su mayoría por chicas, llegaba a la arena de la playa hacia las cinco y veinte, seguida de muy lejos por otras dos que iban perdiendo por el camino algunos de sus aparejos. La salida y la llegada se ha producido de forma escalonada y no se han visto imágenes como en años anteriores de atascos piratas en la orilla.
Sin incidentes
Equipos de la Cruz Roja y la DYA han seguido con atención el desembarco ante la posibilidad de que se produjera algún incidente. Fuentes de la última organización han señalado que no se ha registrado ningún suceso grave y que han atendido fundamentalmente a personas afectadas por hipotermias.
A las siete de la tarde, todavía había bucaneros donostiarras en la bahía intentando poner fin a su hazaña.