Sociedad -
Estafa
La Ertzaintza alerta de la llegada a Euskadi de secuestros virtuales
La víctima recibe una llamada anónima en la que se le pide el pago de un rescate (entre 350 y 5.000 euros) cambio de liberar a su hijo o hija supuestamente retenido/a.
Redacción
La Ertzaintza ha alertado a la ciudadanía vasca sobre la llegada del fenómeno delictivo de los secuestros virtuales, en el que uno o varios delincuentes simulan el secuestro de una persona para extorsionar económicamente a sus familiares a cambio de su liberación.
La Policía autonómica afirma en un comunicado que ya ha recogido las primeras denuncias en Euskadi. Esta modalidad delictiva tiene su origen en países latinoamericanos y se ha detectado con cierta frecuencia en el Estado.
El modus operandi se repite en todos los casos denunciados, con pequeñas alteraciones: la víctima recibe una llamada en su móvil desde un teléfono con número oculto o desconocido. El supuesto secuestrador, en la mayoría de los casos con acento hispanoamericano, hace saber a la víctima que "tiene retenido a su hijo", y que en el caso de que no siga sus indicaciones, acabará con su vida o le causará algún daño físico importante.
El secuestrador exige el pago de una cantidad económica - que oscila entre los 350 y los 5.000 euros - la cual deben abonar por transferencia de manera inmediata a través de un locutorio. Esta premura en el tiempo es la clave de la situación, pues persigue que las víctimas, presas del pánico, no tengan tiempo de comprobar la veracidad de la situación y consumen el pago, llevando a cabo la transferencia del dinero exigido.
Para mantener la tensión, los extorsionadores utilizan distintas artimañas; en ocasiones requieren que la víctima no corte la llamada para, de ese modo, evitar que pueda conectarse telefónicamente con el supuesto secuestrado y darse cuenta del engaño.
La Ertzaintza asegura que la mayoría de las veces las víctimas son elegidas de forma aleatoria, mediante una simple llamada al azar, por lo que en ocasiones pueden incluso no tener hijos; pero también hay casos en los que los supuestos secuestradores pueden haber realizado una investigación previa, a través de falsas encuestas en la calle o telefónicas, o haber obtenido los datos en las diferentes redes sociales, en las que, inconscientemente, se cuelgan datos relativos a la vida personal, como el nombre y apellidos, número de teléfono, lugar de residencia o veraneo, centro escolar en el que se cursan estudios, fotografías, etc. Así, la persona falsamente secuestrada puede ser algún otro miembro de la familia como hermano o padre, según los datos que posean los extorsionadores.
Si cree que está siendo objeto de una estafa de este tipo, la Ertzaintza recomienda mantener la calma, tratar de verificar si el supuestamente retenido se encuentra donde realmente debería estar y, de ningún modo, realizar el pago. Asimismo, ha de ponerse en contacto de modo inmediato con la Ertzaintza, a través del teléfono 112.