Sociedad -
Renta de Garantía de Ingresos
Cae una red que habría estafado 375.000 euros de la RGI en Araba
La Ertzaintza ha detenido a seis personas, cuatro en Gasteiz y dos en Ordizia, como supuestas integrantes de la organización.
Agencias | Redacción
La Ertzaintza ha detenido este jueves a seis personas, cuatro de ellas en Vitoria-Gasteiz y otras dos en Ordizia (Gipuzkoa), como supuestas integrantes de una organización que cobraba fraudulentamente la RGI (Renta de Garantía de Ingresos) en Araba, informa el Departamento de Seguridad en una nota.
Asimismo, se ha llevado a cabo el registro de cuatro inmuebles, en los que se ha decomisado documentación y material electrónico de diverso tipo. Hasta el momento, la Ertzaintza ha detectado la existencia de un total de 35 expedientes fraudulentos, que habrían permitido a la banda defraudar hasta 375.000 euros.
La investigación continúa en estos momentos, mientras que los arrestados serán puestos a disposición judicial una vez completadas las diligencias policiales.
Complejo entramado delictivo
El pasado mes de enero, Lanbide informaba a la Ertzaintza de la detección de una serie de irregularidades en la documentación presentada por algunos beneficiarios de las RGI; en concreto, datos sospechosos en los certificados de empadronamiento. A raíz de la denuncia, la Ertzaintza abría una investigación que llevaba a la detención en febrero de una de las personas supuestamente implicadas en la trama.
La detención de esta persona permitía hacer avanzar las indagaciones, al comprobarse que las falsificaciones que realizaba la banda no se limitaban a los certificados de empadronamiento, sino que se extendían al conjunto de documentos necesarios para las solicitudes y el cobro de la RGI.
De hecho, los delincuentes utilizaban pasaportes pakistaníes reales como base para sus falsificaciones.
Identidades falsas
Con los documentos falsificados, en los que se recogían identidades inexistentes, los delincuentes realizaban los correspondientes trámites de acreditación ante los servicios asistenciales y en las entidades bancarias.
El entramado se completaba con un sofisticado sistema de alquileres y subalquileres de viviendas para hacer más complejas las verificaciones de los datos de los falsos beneficiarios.