Sociedad -
Incendio en residencia
La residencia de Zaragoza no tenía los papeles en regla desde 2012
La residencia siniestrada no había subsanado las deficiencias de mantenimiento e higiénico sanitarias advertidas en una inspección de 2011.
Agencias
La residencia Santa Fe de Zaragoza, incendiada el pasado sábado, perdió el pasado septiembre de 2012 la autorización necesaria emitida por el Gobierno de Aragón porque no había subsanado las deficiencias de mantenimiento e higiénico sanitarias advertidas en una inspección realizada en 2011.
Ocho personas murieron y 12 resultaron heridas en el incendio, cuyas causas aún se investigan y mantiene en jornada de luto a Aragón.
La consejera de Ciudadanía del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, ha explicado hoy a los medios de comunicación que la realidad es que existe un informe que dice que la apertura que se autorizó, "deja de autorizarse" y que la residencia privada, abierta en julio de 1997, "no ha cumplido", si bien ha añadido que no se podía haber cerrado porque tenía que seguir un proceso administrativo.
Broto se ha reunido hoy con el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, para analizar la situación de la residencia siniestrada tras el incendio.
Tres heridos reciben el alta hoy
En cuanto a la situación de los heridos, la persona ingresada en la UCI del hospital Miguel Servet evoluciona favorablemente y los otros tres heridos, entre ellos, la cuidadora está previsto que reciban hoy el alta médica.
La investigación apunta a que el fuego se desató en un colchón de una habitación ubicada en una planta que estaba vacía y que no albergaba ningún residente y como posible responsable a una de las internas, que resultó herida.
La sospechosa de originar el incendio, que fue dada de alta tras el incendio, se encuentra bajo observación psiquiátrica porque, al parecer, "tenía antecedentes", en el sentido de que previamente había requerido este tipo de atención.
El incendio originado alrededor de las 23:30 horas del pasado sábado en la residencia privada Santa Fe de Zaragoza es el que mayor número de víctimas mortales ha causado en una residencia de ancianos en España en los últimos quince años.
Además de los ocho residentes fallecidos, siete mujeres y un varón de entre 74 y 92 años, dejó doce heridos de los cuales ocho fueron dados de alta ayer y realojados en una residencia de Alfamén, a unos 44 kilómetros de Zaragoza.