Sociedad -
17 años y medio de cárcel
Condenado por segunda vez por una violación y robo en Iruña
Las pruebas realizadas indican que el acusado mantuvo relaciones sexuales con la víctima y que llegó a violarla, aunque el procesado niega lo sucedido.
AGENCIAS | REDACCIÓN
Euskaraz irakurri: Bigarrenez zigortuta bortxaketa eta lapurreta egiteagatik, Iruñean
La Audiencia de Navarra ha condenado por segunda vez a C.M., de 25 años y natural de Rumanía, por un delito de violación y otro de robo a la víctima, por los que le pide en total 17 años y medio de prisión.
En concreto, la Sala dicta 15 años de prisión por un delito continuado de violación y dos años y medio de cárcel por otro delito de robo con violencia, por haber hurtado a la víctima los 60 euros que llevaba en la cartera. Por su parte, el procesado deberá indemnizar con 3.000 euros a la denunciante y no podrá acercarse ni comunicarse con ella durante 18 años.
Esta es la segunda vez que la Audiencia impone al acusado la misma pena por estos hechos, sucedidos sobre las 04.30 horas del 15 de junio de 2012 en las proximidades de la calle Benjamín de Tudela, de Pamplona/Iruña (Navarra). El Tribunal Supremo derogó la primera sentencia el año pasado, dado que se sobreentendía que la violación no estaba suficientemente probada a la vista de la declaración de la víctima.
Ahora, la Sección Segunda vuelve a condenar al acusado al valorar que "existen pruebas de cargo suficientes para desvirtuar la presunción de inocencia por la declaración de la víctima, por otras pruebas periféricas, así como por las muestras de ADN". La sentencia da por hecho que el encausado y otra persona no identificada "violaron una vez cada uno a la víctima, a la que habían conocido a la salida de una discoteca".
Indicios de violación
El tribunal destaca que "no existía una relación anterior" entre la mujer y el acusado, que se conocieron ese día. Además, añade que ella en su declaración fue "precisa y contundente", y que en el visionado de las cámaras de seguridad de la discoteca "se reconocía al encausado", quien "admitió en el juicio que ese día le robó a la víctima los 60 euros que llevaba, pero que negó la violación".
Respecto a la víctima, la Audiencia resalta la prueba de los restos de ADN del acusado encontrados en la vagina de la mujer, que lo identifican "plenamente". Por tanto, "no hay otra explicación lógica que la de afirmar que el procesado mantuvo relaciones sexuales con la víctima" y llegó a violarla. En este sentido, la sentencia destaca que el acusado desmiente "cualquier tipo de relación sexual en ningún momento". Y añade que en su primer testimonio ella dijo "sin dudas" que el acusado "la violó", si bien más tarde aclaró que "no recordaba bien lo sucedido después de que la persona sin identificar protagonizara la primera violación.”