Sociedad -
20 aniversario
Las víctimas de la tragedia de Biescas, homenajeadas tras 20 años
Tras el acto, durante el que se han leído los nombres de todas las víctimas, se han soltado al aire 87 globos blancos en recuerdo de cada uno de los fallecidos.
Agencias | Redacción
Familiares de las víctimas de la tragedia del camping Las Nieves de Biescas (Huesca) han recibido hoy con emoción el primer homenaje oficial en recuerdo de todos los afectados, 20 años después de que una repentina riada arrasara las instalaciones y provocara la muerte de 87 personas.
Un homenaje con el que tanto las víctimas como los vecinos de la población de Biescas, donde se generó de forma espontánea un gran movimiento solidario de apoyo a los afectados, quiere cerrar un triste capítulo que todavía permanece en el recuerdo de unos y otros.
El reencuentro de los familiares asistentes al acto, alrededor de 170, con los vecinos que los acogieron en sus casas la noche del 7 de agosto de 1996 y algunos de los voluntarios que se volcaron sin descanso en la ayuda de las víctimas se ha producido en el pabellón polideportivo de la localidad.
El propio alcalde de Biescas, Luis Estaún, que ocupaba el cargo la noche de la tragedia, ha tomado la palabra para admitir que hasta que se tomó la decisión de llevar a cabo un homenaje se había dejado que cada cual, tanto afectados como vecinos, vivieran en soledad el drama.
Después de la recepción, familias, vecinos, personal de los servicios de emergencia que colaboraron y numerosos responsables institucionales (entre los que se encontraban la consejera de Seguridad del Gobierno vasco Estefanía Beltrán de Heredia y el presidente en funciones de Navarra, Manu Ayerdi) se han desplazado a la zona arrasada para inaugurar el parque Memorial del Camping Las Nieves, presidido por una escultura en piedra en recuerdo de las víctimas pero también de todo el caudal de solidaridad generado.
Ante la escultura, tres monolitos de piedra que simbolizan a las víctimas, al pueblo de Biescas y al movimiento solidario, ha tomado la palabra Oriol Espinosa (quien perdió a su madre aquel día) en nombre de todos los afectados, para expresar que con este acto se había saldado "una cuenta pendiente que se ha hecho esperar".
Tras el acto, durante el que se han leído los nombres de todas las víctimas, se han soltado al aire 87 globos blancos en recuerdo de cada uno de los fallecidos.