Sociedad -
Operación policial
Cae una banda que había cometido robos en casas de Gipuzkoa y Navarra
Los ladrones, de origen albanés, estaban especializados en robar cuando los habitantes de las viviendas estaban en su interior.
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: Gipuzkoan eta Nafarroan lapurretak egin dituen banda bat, deseginda
La Policía ha desmantelado una banda itinerante de ladrones de casas, a la que se le atribuyen al menos 12 robos en domicilios, algunos de ellos de Gipuzkoa y Navarra; también habían entrado en casas de Madrid, Pontevedra y Asturias. Los detenidos, de origen albanés, estaban especializados en robar cuando los habitantes de las viviendas estaban en su interior, y exhibían en las redes sociales la alegría por sus golpes e, incluso, el botín. Los componentes del grupo no dudaban en emplear la violencia si eran sorprendidos.
El grupo se dividía en dos células, ambas con base en Valencia, que operaban en el norte y la capital de España. Con los beneficios obtenidos se financiaban sus gastos en prostitución, drogas y alcohol. Además, los arrestados compartían en las redes sociales grabaciones con el producto de los robos, en las que aparecen celebrando los golpes, brindando, bailando o arrojando el dinero en efectivo al aire.
Muy activa y con gran movilidad geográfica, la banda perpetró la práctica totalidad de sus robos en viviendas unifamiliares y con sus habitantes dentro.
Primeras investigaciones, en Valencia
Las primeras pesquisas llevaron a la localización en Valencia de un ciudadano albanés que estaba colaborando con diferentes grupos criminales integrados por compatriotas que acudían a España para cometer robos con fuerza.
Gracias a los dispositivos de vigilancia, los agentes pudieron identificar y localizar al resto de los miembros del grupo y los vehículos que utilizaban en sus desplazamientos.
En una primera fase, la Policía logró desarticular una de las células justo cuando se había trasladado hasta la cornisa cantábrica para iniciar una campaña de robos en la zona.
Al parecer, alquilaban alojamientos por un mes y desde estos domicilios de seguridad se desplazaban por todo el norte de la Península para asaltar las casas.
Tras permanecer de siete a diez días en esos pisos de seguridad, viajaban después a Valencia, donde entregaban el botín a otro clan criminal de origen macedonio-croata.
Esta primera intervención concluyó con la detención de dos personas en Pamplona y otras dos en Valencia, además de la incautación de numerosos efectos que los detenidos acababan de sustraer en uno de los asaltos, ocurrido en la localidad de Egüés (Navarra).
Célula en Madrid
Durante la segunda fase de la operación, los agentes han desarticulado la célula restante, que perpetraba los asaltos en Madrid y que contaba con la colaboración de un peruano, ya detenido, que colaboraba estrechamente en labores logísticas.
Así, facilitaba a los miembros del grupo la búsqueda de alojamiento, vehículos, elección de las viviendas idóneas para el robo e, incluso, la distribución en el mercado negro de los efectos sustraídos en los robos.
La banda se desplazaba con grandes medidas de seguridad e, incluso, llegaba a realizar conducciones temerarias para tratar de evadir la vigilancia policial.
En los registros domiciliarios practicados en las ciudades de Pamplona y Valencia, la Policía se ha incautado de equipos de comunicación, linternas y otras herramientas utilizadas en los asaltos; una báscula de precisión, gran cantidad de piezas de joyería y relojes de primeras marcas, así como dinero en efectivo.