Sociedad -
Vuelven a Washington
Punto y final de las vacaciones de Michelle y Sasha Obama en España
En su última jornada, Michelle y Sasha han viajado a Palma, donde han almorzado con los Reyes de España y la Princesa de Asturias.
Redacción
Por la mañana han volado esta en dirección a Palma para almorzar en el Palacio de Marivent con los Reyes, Don Juan Carlos y Doña Sofía, y la Princesa, Doña Letizia, mientras que la Infanta Elena se ha sumado al café a las 13:50 horas.
El menú ha estado ocmpuestoi por gazpacho andaluz con guarnición, suprema de rodaballo a la plancha, escalopines de ternera a la mostaza, arroz oriental con salteado de setas y tumbet mallorquín, todo ello regado con un vino blanco de Rueda y un tinto de Rioja.
El Rey ha obsequiado además a Michelle Obama con una semillas de plantas hortícolas españolas para que pueda enriquecer con ellas su huerto, y la Reina ha elegido unos collares de artesanía y bisutería balear como detalle de bienvenida para la primera dama, para Sasha y para su hermana mayor, Malia, que se encuentra estos días en un campamento de verano en EEUU.
Tras el almuerzo, la familia Obama ha abandonado la residencia estival de los Monarcas bajo un gran despliegue de seguridad y a las 14:30 horas han subido al avión que les llevará a Washington, donde se reencontrarán con el presidente de EEUU, Barack Obama.
Cinco días de turismo, playa y flamenco
Estas vacaciones han coincidido con el 49 cumpleaños de Barack Obama, que cumplió años el pasado 4 de agosto, por lo que una vez en la capital estadounidense, Michelle y su hija pequeña de 9 años celebrarán este aniversario junto al resto de la familia
Michele y Sasha ponen han puesto así fin a sus vacaciones estivales en España, adonde llegaron el pasado miércoles para permanecer cinco días en Málaga. Allí se han alojado en el hotel Villa Padierna, un establecimiento de cinco estrellas gran lujo ubicado en la localidad malagueña de Benahavís y operado por la cadena Ritz Carlton.
Durante estos días, la familia Obama han visitado Marbella, Granada, Estepona y Ronda, además de disfrutar de las playas de la Costa del Sol, han tenido tiempo incluso para bailar flamenco.