Sociedad -
Audiencia Provincial de Álava
El acusado reconoce haber matado a la mujer que apareció en el Zadorra, en 2016
Ha reconocido que la mató porque durante una discusión en su casa le "sacó de quicio" y decidió deshacerse del cadáver con una maleta de viaje, para lo que la descuartizó.
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: Zadorran, 2016an, agertu zen emakumea hil izana onartu du akusatuak
El acusado de asesinar a Margarita, una mujer de 60 años que apareció descuartizada en junio del año 2016 en el río Zadorra (Vitoria-Gasteiz), ha reconocido este miércoles que la mató porque durante una discusión en su casa le "sacó de quicio" y decidió deshacerse del cadáver con una maleta de viaje, para lo que la descuartizó.
La Audiencia Provincial de Álava celebra el juicio contra el presunto asesino de Margarita, para el que la Fiscalía reclama una condena de 20 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía.
El acusado, un hombre que en el momento de los hechos tenía 43 años, se enfrenta, además, a la petición de una indemnización de 100.000 euros para cada uno de los dos hijos de la mujer asesinada.
El acusado ha declarado este miércoles y, a preguntas de la Fiscalía y de su abogada, ha detallado los hechos de forma calmada y aséptica. Según su relato, el crimen se produjo el 15 de junio de 2016, cuando el acusado y Margarita, una mujer de 60 años con la que el presunto asesino mantenía una relación de amistad, iniciaron una discusión en una vivienda del Casco Viejo de Vitoria-Gasteiz, en la que residía el hombre.
El acusado ha detallado que el día del asesinato había tomado entre 12 y 15 cervezas, cannabis, así como dos pastillas de trankimazin para "colocarse". Además, ha explicado que todas las mañanas tomaba la medicación que tiene recetada para el trastorno de personalidad que tiene diagnosticado.
El acusado ha detallado que descuartizó a Margarita durante dos días en la habitación en la que la había matado y que, en ese periodo intentó hacer "vida normal".
Posteriormente, arrojó al río el cuerpo desmembrado envuelto en bolsas que trasladó a pie en una maleta y una mochila, así como las herramientas que utilizó para descuartizarla.
La ropa de la víctima la tiró a la basura y el bolso se lo regaló a una prostituta. La vivienda la limpió con una fregona y usó amoniaco para limpiar las salpicaduras de las paredes.