Sociedad -
En Huelva
Se aplica por primera vez la Ley de Muerte Digna en Andalucía
La familia de la paciente Ramona Estévez, de 90 años, está contenta con la aplicación de la ley, que "está para respetarla".
Redacción
José Ramón Páez, el hijo de Ramona Estévez, la paciente del Hospital Blanca Paloma de Huelva a la que se le ha retirado una sonda nasogástrica en cumplimiento de la Ley de Muerte Digna de Andalucía, ha asegurado hoy sentirse "contento" por la aplicación de una norma que "se debe respetar".
Páez ha explicado que su madre, aunque no había hecho testamento vital, algo que, tras lo sucedido, recomienda a todos los ciudadanos, sí había expresado que ante una situación así "no quería que se la sondara" y ha asegurado que existen testigos de ello ajenos a la familia.
El hijo de Estévez se ha mostrado satisfecho por "haber cumplido el deseo" de su madre, aunque ha lamentado haber tenido que recurrir a la interposición de una queja para que se aplique una ley que "debe de respetarse".
"Habían convertido a mi madre, y así lo hice constar a los médicos y en el escrito, en una máquina de bombear sangre y si técnicamente es posible éticamente es inadmisible e inhumano", ha precisado Páez.
Según ha narrado, los hechos que han dado lugar a esta situación tuvieron lugar el 26 de julio después de que su madre, que el día 31 de agosto cumpliría 91 años, sufriera un derrame cerebral y, tras una primera atención en el hospital Juan Ramón Jiménez, donde tras realizarle un TAC descartaron hacerle nada por su avanzada edad y lo irreversible del trombo, la trasladaron al hospital Blanca Paloma, al estar especializado en tratamiento de personas mayores.
Al llegar a este centro hospitalario concertado, le dijeron que su madre estaba en coma y tras dos o tres días ingresada le comunicaron la necesidad de sondarla porque "el suero no alimentaba, sólo hidrataba", algo a lo que se negó la familia por expreso deseo de la paciente.