Las autopistas de Gipuzkoa se convertirán en laboratorio de pruebas transfronterizo

Las autopistas AP-8 y AP-1 se convertirán el próximo año en Gipuzkoa en un laboratorio transfronterizo para que las empresas prueben en un espacio real vehículos autónomos y sistemas de movilidad inteligente con el fin de generar servicios con "valor añadido". La Diputación Foral comenzará a equipar las autopistas con 25 balizas y sensores a principios del verano y Gipuzkoa Living Lab estará operativo en 2022.

Gipuzkoa Living Lab es la denominación de este laboratorio, uno de los "proyectos estratégicos" del gobierno foral, al que la institución que preside Markel Olano ha destinado un millón de euros y para el que se han solicitado ayudas del fondo europeo de recuperación Next Generation, creado ante la crisis generada por la pandemia.

Olano y la diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, han presentado este miércoles Gipuzkoa Living Lab. Estas balizas y sensores, que funcionarán con el sistema de comunicación ITS-G5, transmitirán y recogerán datos para que la infraestructura, el vehículo y el gestor de red para que compartan información en tiempo real.

Oiarbide ha explicado que todos los datos se incluirán en una plataforma Big Data y, mediante algoritmos de inteligencia artificial, ofrecerán información específica a cada usuario -obras, accidentes, estado del tráfico, advertencia de retenciones o hielo en la calzada-.

Los datos cruzados que estarán en la "nube" llegarán en una primera fase al "smartphone" mediante mensajes de audio para garantizar la seguridad de la conducción. En las siguientes fases, serán los propios vehículos los que lleven incorporados esos sistemas, dado que "cada vez son más autónomos", ha señalado Oiarbide.

La Diputación de Gipuzkoa trabaja ya con Iparralde para que los servicios queden incorporados a la A-63 y, si las autoridades francesas quisieran "escalar" a vías que llevan hasta París u otras ciudades lo podrían hacer al ser el sistema compatible, ha indicado.