Sociedad -
Catástrofe en Huesca
La tragedia de Biescas 25 años después
Una riada acabó con la vida de 87 personas y otras 183 resultaron heridas en el Camping Las Nieves.
Naiara Ballesteros | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Biescasko hondamendiaren arrastoa, 25 urteren ondoren
Nada hacía sospechar la tarde del 7 agosto de 1996 a los más de seiscientos veraneantes que pasaban unos días en el camping Las Nieves de Biescas (Huesca) que el oscuro cielo que se cernía amenazante sobre ellos acarrearía una tragedia que costó la vida a 87 personas, 13 de ellas vascas, y otras 183 resultaron heridas.
Una tormenta veraniega dejó entre 200 y 250 litros de agua por metro cuadrado que llegaron hasta los 500 durante algo más de 8 minutos, lo que generó un tsunami de proporciones colosales se dirigió hacia la zona de acampada desbordando la canalización construida.
Varias personas testigos de lo ocurrido contaron a Xabier Madariaga en el programa Ur Handitan de ETB1 como vivieron esa tragedia, una de las mayores catastrofes naturales que ha vivido España en décadas.
La mayor parte de las familias corrieron a refugiarse en sus tiendas de lo que creían iba a ser una fuerte tormenta y en apenas unos minutos, la enorme tromba de agua arrasó el camping.
Las piedras, ramas y troncos se fueron acumulando formando una pared natural de 10 metros de altura en la cabecera del barranco de Arás. Cuando el agua superó el muro, el camping, que se encontraba en una zona inundable, quedó totalmente arrasado: solo quedaron en pie los servicios y el centro social del complejo.
La mañana siguiente reveló con crudeza la intensidad de la tragedia y la devastación de una zona casi de guerra por la que aún deambulaban, cubiertos de barro y aturdidos, algunos de los clientes del camping en busca de sus familiares.
Mientras tanto, voluntarios, bomberos, Guardia Civil y agentes de protección civil se afanaban en buscar bajo el barro a más víctimas, sobre un escenario de coches volcados y de objetos personales caídos.
En la memoria de las víctimas y de los integrantes de los equipos de rescate queda, sobre todo, la generosa y cálida solidaridad de los vecinos de Biescas y de otros habitantes del valle, volcados en acoger y dar calor y afecto a los campistas y en alimentar a los rescatadores.
Y después empezó un largo proceso judicial que se prolongó por espacio de una década y que dejó fuera a algunas de las familias de las indemnizaciones finalmente impuestas por vía civil a las administraciones responsables, Confederación Hidrográfica del Ebro y Gobierno aragonés, por un importe global de algo más de 11 millones de euros.
Hace cinco años, con motivo del vigésimo aniversario, la localidad de Biescas rindió un sentido homenaje con la inauguración, en el lugar de la tragedia, del Parque Memorial del Camping Las Nieves, presidido por una escultura de piedra ante la cual se ubican tres monolitos con los nombres de los 87 fallecidos, un espacio de recogimiento en el que siempre hay flores.
La alcaldesa de Biescas, Nuria Pargada, asegura, en declaraciones a Efe, que este año se ha decidido no convocar ningún acto, en parte por los riesgos de la pandemia y en parte por el intento de los vecinos de "pasar página", aunque se han colocado dos centros de flores en el monumento.
A poca distancia, una valla metálica sobre la que cuelga desde hace años un osito de peluche en recuerdo de los niños que perdieron la vida mantiene cerrado el paso al lugar donde se encontraban las instalaciones del camping.