Sociedad -

Crónica desde la torre

Iberdrola: La Casa Real reina en la Torre

Las fuertes medidas de seguridad y la sobriedad han sido los protagonistas del acto, celebrado con casi más prensa que invitados. Los Reyes han llegado con retraso al emblema de la empresa eléctrica.

Alain Ibarra

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Desde las 10:30 de la mañana se notaba que hoy era un día distinto. Se inauguraba en Bilbao la torre más alta de Euskadi. Para las 11:00 debía de tener todo preparado, ya que media hora después tenía que estar junto con una compañera del equipo de Multimedia -encargada de realizar una galería de fotos de la inauguración de la Torre Iberdrola-puntuales, pidiendo nuestra acreditación de prensa.

A la llegada,nos esperaban imponentes los miembros de seguridad de la Casa Real,-con traje impecable e insignia roja luciendo el escudo de España en la solapa-, y los arcos de seguridad, esos que hay en los aeropuertos y sirven para detectar metales, incluso los de las cremalleras.

Buenos días, el DNI por favor’; todo está correcto, estamos dentro. Más miembros de la Casa Real; nos dan la bienvenida y nos piden que dejemos bolsos y mochilas en un lugar custodiado por un perro. Las solapas con insignia se multiplican.

Eran ya las 11:30 y quedaba una hora escasa para dar inicio al acto oficial de inauguración. Twitter e #iberdrola iban a estar omnipresentes a partir de ese momento. Cubrir el acto con un iPad ha creado gran expectación alrededor de este periodista. Los fotógrafos lo miraban amenazantes por la facilidad de hacer fotos, los ‘plumillas’ confirmaban las ventajas de una nueva herramienta y el resto –desde políticos hasta miembros de seguridad-observaban el ir y venir de una persona que, por los adentros, denominaríamos como un 'friki'.

La llegada de rostros conocidos de la política y la sociedad vasca ha sido un goteo constante. Por allí estaban, charlando amigablemente, el popular Antonio Basagoiti, el jeltzale Andoni Ortuzar y el socialista Rodolfo Ares, a los que se les han unido después el lehendakari Jose Antonio Ardanza, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco Juan Luis Ibarra, el delegado del Gobierno en Euskadi Carlos Urquijo y el alcalde de Bilbao Iñaki Azkuna,que ha dejado claro en declaraciones a un medio local que 'el símbolo de Bilbao es el puente de San Antón, y ninguno más'. Los consejeros Bernabé Unda, Idoia Mendia y Carlos Aguirre departían también con José Antonio Pastor. Miembros de Bildu, Aralar y Ezker Anitza esperaban fuera la llegada de los Reyes, junto con grupos ecologistas y sindicatos, para exigir el cierre de Garoña y protestar por la presencia de la Casa Real en Bilbao.

A lo lejos, cerca de la entrada principal de la torre –donde ya se preparaban los txistularis y el dantzari- se encontraban el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, el diputado general de Araba Javier de Andrés y la presidenta del Parlamento Vasco Arantza Quiroga. Seguro que seguían de cerca la tertulia del lehendakari Patxi López con el diputado general de Bizkaia José Luis Bilbao, entre otros.

De pronto, vuelven a la carga los señores de la insignia. ‘Los redactores pónganse detrás del piano, ustedes ya tienen un fotógrafo'. No ha habido manera de explicarle que con el iPad mandar fotos por Twitter, al instante, es posible.

A partir de ahí sólo quedaba esperar la llegada de Don Juan Carlos y Doña Sofía, que venían con retraso de un cuarto de hora. Hasta Vicente del Bosque,seleccionador de fútbol del combinado español, esperaba impaciente. De repente, el silencio dejaba claro que algo pasaba; por fin habían llegado. Seguían escuchándose las protestas, aunque los aplausos dentro del hall de la torre las han tapado rápido. López y el flamante ministro de Industria, Energía y Turismo José Manuel Soria les daban la bienvenida.

Los saludos protocolarios de rigor, un aurresku de honor, una charla breve con el arquitecto de la obra César Pelli y el discurso de Ignacio Sánchez Galán antecedían al descubrimiento de la placa. Acto seguido, la Sociedad Coral de Bilbao, colocada en la escalinata principal, comenzaba a cantar, acompañada por el piano.

El acto terminaba a la vez que la Coral, al menos para los compañeros de la prensa, que éramos invitados a abandonar el edificio por los señores de la insignia. Los camareros comenzaban a hacer acto de presencia con bandejas llenas de copas, a la vez que nosotros decíamos ‘agur’. Los allí presentes han disfrutado con el catering preparado por los cuatro cocineros de Euskadi galardonados con la estrella Michelín. Eneko Atxa -que posee dos- Daniel García, Josean Martínez Alija y Fernando Canales han preparado canapés de alta cocina, que se han servido de pie en el vestíbulo de la torre.Desde las 10:30 de la mañana se notaba que hoy era un día distinto. Se inauguraba en Bilbao la torre más alta de Euskadi. Para las 11:00 debía de tener todo preparado, ya que media hora después tenía que estar junto con una compañera del equipo de Multimedia -encargada de realizar una galería de fotos de la inauguración de la Torre Iberdrola-puntuales, pidiendo nuestra acreditación de prensa.A la llegada,nos esperaban imponentes los miembros de seguridad de la Casa Real,-con traje impecable e insignia roja luciendo el escudo de España en la solapa-, y los arcos de seguridad, esos que hay en los aeropuertos y sirven para detectar metales, incluso los de las cremalleras.‘Buenos días, el DNI por favor’; todo está correcto, estamos dentro. Más miembros de la Casa Real; nos dan la bienvenida y nos piden que dejemos bolsos y mochilas en un lugar custodiado por un perro. Las solapas con insignia se multiplican.Eran ya las 11:30 y quedaba una hora escasa para dar inicio al acto oficial de inauguración. Twitter e #iberdrola iban a estar omnipresentes a partir de ese momento. Cubrir el acto con un iPad ha creado gran expectación alrededor de este periodista. Los fotógrafos lo miraban amenazantes por la facilidad de hacer fotos, los ‘plumillas’ confirmaban las ventajas de una nueva herramienta y el resto –desde políticos hasta miembros de seguridad-observaban el ir y venir de una persona que, por los adentros, denominaríamos como un 'friki'.La llegada de rostros conocidos de la política y la sociedad vasca ha sido un goteo constante. Por allí estaban, charlando amigablemente, el popular Antonio Basagoiti, el jeltzale Andoni Ortuzar y el socialista Rodolfo Ares, a los que se les han unido después el lehendakari Jose Antonio Ardanza, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco Juan Luis Ibarra, el delegado del Gobierno en Euskadi Carlos Urquijo y el alcalde de Bilbao Iñaki Azkuna,que ha dejado claro en declaraciones a un medio local que 'el símbolo de Bilbao es el puente de San Antón, y ninguno más'. Los consejeros Bernabé Unda, Idoia Mendia y Carlos Aguirre departían también con José Antonio Pastor. Miembros de Bildu, Aralar y Ezker Anitza esperaban fuera la llegada de los Reyes, junto con grupos ecologistas y sindicatos, para exigir el cierre de Garoña y protestar por la presencia de la Casa Real en Bilbao.A lo lejos, cerca de la entrada principal de la torre –donde ya se preparaban los txistularis y el dantzari- se encontraban el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, el diputado general de Araba Javier de Andrés y la presidenta del Parlamento Vasco Arantza Quiroga. Seguro que seguían de cerca la tertulia del lehendakari Patxi López con el diputado general de Bizkaia José Luis Bilbao, entre otros.De pronto, vuelven a la carga los señores de la insignia. ‘Los redactores pónganse detrás del piano, ustedes ya tienen un fotógrafo'. No ha habido manera de explicarle que con el iPad mandar fotos por Twitter, al instante, es posible.A partir de ahí sólo quedaba esperar la llegada de Don Juan Carlos y Doña Sofía, que venían con retraso de un cuarto de hora. Hasta Vicente del Bosque,seleccionador de fútbol del combinado español, esperaba impaciente. De repente, el silencio dejaba claro que algo pasaba; por fin habían llegado. Seguían escuchándose las protestas, aunque los aplausos dentro del hall de la torre las han tapado rápido. López y el flamante ministro de Industria, Energía y Turismo José Manuel Soria les daban la bienvenida.Los saludos protocolarios de rigor, un aurresku de honor, una charla breve con el arquitecto de la obra César Pelli y el discurso de Ignacio Sánchez Galán antecedían al descubrimiento de la placa. Acto seguido, la Sociedad Coral de Bilbao, colocada en la escalinata principal, comenzaba a cantar, acompañada por el piano.El acto terminaba a la vez que la Coral, al menos para los compañeros de la prensa, que éramos invitados a abandonar el edificio por los señores de la insignia. Los camareros comenzaban a hacer acto de presencia con bandejas llenas de copas, a la vez que nosotros decíamos ‘agur’. Los allí presentes han disfrutado con el catering preparado por los cuatro cocineros de Euskadi galardonados con la estrella Michelín. Eneko Atxa -que posee dos- Daniel García, Josean Martínez Alija y Fernando Canales han preparado canapés de alta cocina, que se han servido de pie en el vestíbulo de la torre.

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