Flaco favor a los musulmanes en Francia

Si se confirma que el autor de los atentados de Toulouse dice que lo ha hecho para defender las posturas de Al Qaeda, la marea antimusulmana va a ser imparable en Francia. Los primeros indicios apuntaban a que el asesino de tres soldados franceses de origen magrebí y de tres niños y un adulto en una escuela judía era alguien de ideología ultraderechista. Eso habría causado una gran conmoción en Francia, porque el país habría descubierto que tenía un enemigo interno. Sin embargo, si el autor es de ideología islamista radical, la cosa cambia: hay que cerrar filas contra el enemigo externo.

Los partidarios de poner más controles a la inmigración y de vigilar más a los musulmanes, como Marine Le Pen o el propio Sarkozy, encontrarán en lo sucedido en Toulouse argumentos para defender sus posturas. El perfil que nos dan del sospechoso es inquietante: joven, de nacionalidad francesa, de religión musulmana, que hace un viaje a Pakistán y vuelve convencido de que él tiene que vengar el honor mancillado de todos los musulmanes.

Un perfil similar al de los cuatro autores de los atentados de Londres en julio de 2005, que hasta entonces habían sido unos chavales normales. O al del holandés de origen magrebí que asesinó al cineasta Theo Van Gogh en 2004. Ambos sucesos contribuyeron a empeorar la convivencia entre musulmanes y no musulmanes tanto en Gran Bretaña como en Holanda.