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Investigan a un vecino de Alonsotegi que avisó falsamente de que un pasajero llevaba una bomba en un avión
La Guardia Civil puso en marcha un dispositivo policial de emergencia en el Aeropuerto A Coruña, que comprobó que el viajero no portaba ningún artefacto explosivo. Tras identificar al presunto autor del falso aviso, concluyeron que el motivo habría sido la mala relación entre ambos.
agencias | eitb media
Euskaraz irakurri: Alonsotegiko bizilagun batek bonba abisu faltsua eman zuen hegazkin batean
La Guardia Civil investiga a un vecino de Alonsotegi (Bizkaia) como presunto autor de un delito de desórdenes públicos tras avisar falsamente de que un pasajero llevaba una bomba en un avión que había despegado de Loiu hacia Galicia.
El instituto armado puso en marcha un dispositivo policial de emergencia en el Aeropuerto A Coruña, en el que participaron más de 50 miembros de la Guardia Civil, que comprobaron posteriormente que el viajero no portaba ningún artefacto explosivo.
Según ha informado la Delegación del Gobierno en el País Vasco en un comunicado, la operación Tealovo se culminó el pasado día 21 con la investigación como presunto autor de un delito de desórdenes públicos por amenaza de bomba, a un vecino de Alonsotegi.
A las 06:36 horas del pasado 19 de noviembre, a través de la aplicación móvil del Gobierno Vasco (Zuzenean), habilitada para la comunicación con la ciudadanía, se recibió un mensaje que alertaba sobre una persona que tomaría el vuelo Loiu-A Coruña, "portando una bomba en su mochila, con la intención de hacerla explotar durante el trayecto".
Una vez identificado el vuelo, se comprobó que el avión ya había realizado despegue en Bizkaia. De inmediato, se puso en marcha un dispositivo policial de emergencia en el Aeropuerto de Alvedro-A Coruña, en el que participaron más de 50 miembros de la Guardia Civil de diferentes especialidades.
Cuando el vuelo tomó tierra se ubicó en una zona segura de la terminal, donde se realizó una evacuación de emergencia y a la vez un exhaustivo registro de la nave, descartando que en su interior o equipaje de los pasajeros se encontrase un artefacto explosivo.
Una vez identificada la persona que supuestamente portaría dicho artefacto, fue examinada, comprobando que tampoco entre sus pertenencias portaba artefacto alguno, por lo que se consideró que la amenaza no era real.
A partir de ese momento, de forma coordinada, la Guardia Civil inició una investigación para tratar de identificar a la persona que envió el mensaje falso. Tras las averiguaciones realizadas, se logró localizar al presunto autor del falso aviso, que fue citado en calidad de investigado, concluyendo que el motivo habría sido la mala relación existente entre ambos.