Sociedad -
Alimentación
Una periodista francesa desvela en un libro el 'veneno' que comemos
Según cuenta, las agencias de reglamentación desarrollaron una norma llamada 'ingesta diaria admisible', que "es la dosis de veneno químico que se supone que podemos ingerir cada día sin enfermar".
Redacción
"La cadena de alimentación está contaminada", mantiene la periodista francesa especializada en agroalimentación Marie-Monique Robin, que acaba de publicar en España el libro "Nuestro veneno cotidiano", una investigación sobre las sustancias químicas que llegan a nuestro plato.
El nuevo libro de esta investigadora analiza con detalle las moléculas químicas a las que estamos expuestos en nuestro entorno y en nuestra alimentación. Dos años de investigaciones por Asia, Norteamérica y Europa, testimonios de expertos, multitud de informes de miembros de agencias de regulación alimentaria y estudios científicos avalan este nuevo trabajo, en el que la periodista sostiene que miles de moléculas químicas han invadido nuestra alimentación desde la Segunda Guerra Mundial. Según cuenta la autora, las agencias de reglamentación desarrollaron una norma llamada 'ingesta diaria admisible' (IDA), que "es la dosis de veneno químico que se supone que podemos ingerir cada día sin enfermar".
Esta IDA es "un engaño que no protege a los consumidores, sino a los fabricantes", según la autora. ¿Y cómo afecta esta "invasión" a nuestro cuerpo? Para responder a esta pregunta Robin parte por explicar qué son lo que los científicos llaman "perturbadores endocrinos"- Estas hormonas de síntesis tienen la capacidad de actuar a unas dosis "infinitesimales, muy inferiores a la IDA y desempeñan un papel particularmente nocivo en relación a los embriones y fetos". En el caso de estas moléculas, según la periodista, no es "la dosis la que hace el veneno", sino el momento de exposición. "La epidemia del cáncer no se debe al envejecimiento de la población. Las estadísticas demuestran que la tasa de incidencia aumenta en todas las franjas de edad, tanto en los jóvenes como enlas personas mayores.
En los últimos 30 años, tal y como señala, el índice de cáncer ha aumentado más de un 40% y el incremento de enfermedades como la leucemia y los tumores cerebrales en niños ha sido aproximadamente del 2%.
Además, en los países desarrollados, también se han multiplicado los problemas de origen neurológico (Parkinson y Alzaheimer) y las disfunciones en la reproducción.
Ante esta situación, Robin urge a tomar medidas para prohibir estos "perturbadores endocrinos", que "tienen además la capacidad de interactuar en nuestros organismos a unas dosis extremadamente bajas", como un residuo de pesticidas que se encuentra en una fruta o verdura.