El Castillo de Butrón ofrecerá visitas guiadas durante las obras de su restauración

Una entidad privada iniciará en las próximas semanas las obras de restauración del Castillo de Butrón, ubicado en el municipio vizcaíno de Gatika. Las obras se prolongarán durante dos años y medio, en los cuales se llevarán a cabo visitas guiadas para conocer su interior, así como acercar el proceso de restauración al público en general. 

En un principio las visitas comenzarían durante el mes de junio, en función del desarrollo de las obras, con el fin de ofrecer un itinerario seguro para el público. Las visitas al castillo se organizarán en grupos de unas 10 personas y se ofrecerán dos al día, una por la mañana y otra por la tarde. El precio será de 12 euros por persona.

Según han dado a conocer los propietarios, la intervención estará dirigida por Verónica Quintanilla Crespo, arquitecto que coordina al equipo especializado en restauración de monumentos, el cual, tras un riguroso análisis, ha determinado que el estado de conservación del edificio es "relativamente bueno".

Aún se desconoce el destino que esta entidad dará al edificio una vez restaurado, pero no se alterará su imagen histórica, ni su exterior ni interior. La reforma se llevará a cabo con el propósito de realizar una "mínima intervención", de forma que se resolverán las filtraciones y otros problemas causados sobre todo por la lluvia.

La humedad y el agua han fomentado el crecimiento de vegetaciones y algas, y han provocado la pérdida de materiales y la aparición de manchas y cal en las estructuras del castillo. Con estos esfuerzos, el equipo de restauración espera no solo preservar, sino también "realzar la belleza y la integridad estructural, documental e histórica del monumento".

El castillo tiene sus raíces en el siglo XII, cuando fue construido por la familia Butrón, uno de los linajes más importantes de Bizkaia. Ubicado a unos 20 minutos de la capital vizcaína, el Castillo de Butrón sirvió como fortaleza defensiva durante los tiempos de conflicto y como residencia señorial en épocas de paz. A principios del siglo XVI, el castillo quedó abandonado y, fue deteriorándose hasta que, a finales del siglo XIX, se restauró íntegramente, por iniciativa del Marqués de Torrecilla, tomando el aspecto que tiene en la actualidad.